Tan importantes como relegados, te contamos cuáles son los cuidados que tenés que sumar a tu rutina y que tus labios van a agradecer.
La piel de los labios es muy fina y carece de glándulas sudoríparas y sebáceas que la protejan, por eso debemos ayudarla hidratándo y humectándola. La clave del éxito, según Simón Scarano, Médico Dermatólogo diplomado en Clínica Estética y Reparadora, es la constancia y una buena rutina de hidratación, tal como si se tratara de la piel del rostro.
Karla Vasconcel, técnica universitaria en Cosmiatría y Estética y capacitadora experta de Lidherma, nos enumera los ingredientes que no pueden faltar en un hidratante de labios: el ácido hialurónico que aporta elasticidad, la manteca de karité o la urea que humectan y dan emoliencia, la vitamina E que es un excelente antioxidante, los fosfolípidos de girasol para evitar la pérdida de humedad y el colágeno por su poder reafirmante. ¿Ya están chequeando etiquetas?
Scarano, ex Jefe de Residentes del Hospital Ramos Mejia, hace hincapié en que lo fundamental es el vehículo, es decir, cuán fluido o espeso es el producto que vayamos a aplicar. A mayor efecto oclusivo (más denso), mayor capacidad tiene para retener el principio activo hidratante sobre los labios y asegurar así una hidratación más duradera. Dentro de la gama de Lidherma, el Mímika Repair Lip Balm está formulado para reparar y el Hyaluronic Balm tiene un alto contenido de ácido hialurónico que da un efecto voluminizador. En el caso de Weleda, su responsable de capacitación y asesoramiento en dermocosmética María Ester Siri, propone aplicar debajo del protector solar los Skin Food Lip Balm y el Protector Labial Everon, ambos bálsamos calmantes intensivos, que previenen y suavizan las líneas peribucales y, lo mejor, se pueden utilizar como brillo labial.
Otro pilar es la protección solar, tan importante como la del resto del cuerpo y requiriendo un protector de factor 30 o superior durante todo el año. Al tratarse de la boca, corremos riesgo de que sea removido al comer o beber, por lo que hay aplicarlo con frecuencia. Este tipo de protectores específicos se consiguen en farmacias en formato de sticks. Por último, los expertos coinciden en que la simple y noble manteca de cacao es un sí rotundo, sumado al plus de que algunas incluyen protector solar, “siempre tratando de elegir las que menos fragancias o colorantes tienen para evitar cuadros de irritación”, aclara Simón.
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¡NO TE EXFOLIES!
La exfoliación, sea cual sea, se recomienda sólo en casos específicos indicados por un dermatólogo, ya que no todos los tipos de piel son aptos y no todos los exfoliantes son iguales. Por ejemplo, los exfoliantes físicos, los típicos scrubs, pueden lesionar la piel si los usamos mal. ¿Y una exfoliación casera? Tampoco. Scarano es determinante cuando explica que “Hay que tener mucho cuidado con las recetas que encontramos en youtube, donde se mezclan diferentes cítricos o productos que nada tienen que ver con el cuidado de la piel. Estos pueden resultar muy agresivos y llevar a que tanto los labios como la piel que los rodea se vean lastimados o incluso se manchen de manera permanente.”
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