Un par de excepciones marcaron el regreso de los desfiles tradicionales a Milán, donde las colecciones primavera/verano de hombre y resort de mujer cobraron vida a través de la pantalla. En Le Banana te contamos quiénes fueron los destacados.
En la era post-COVID europea, la vuelta a los espectáculos físicos ya es un hecho, gracias a Etro, Ermenegildo Zegna y Dolce & Gabbana, quienes se aseguraron respetar el distanciamiento social y el uso de tapabocas -sólo para los invitados-, pues no quisieron arruinar un buen look. Por lo demás, los films siguen siendo la alternativa más prudente hasta septiembre. En ese formato, Prada, Versace y Gucci lograron no pasar desapercibidos con sus resultados. ¿El bonus track? Jacquemus, fuera del calendario por razones geográficas, se adueñó de los feeds el anteúltimo día de MFW. A continuación, te resumimos por qué.
Prada, antes de Simons
Cinco artistas y fotógrafos retratan el universo de Prada desde su óptica en la película “El espectáculo que nunca sucedió”. Willy Vanderperre, Juergen Teller, Joanna Piotrowska, Martine Syms y Terence Nance desarrollan cada capítulo. Desde acromía, expresión corporal y aire libre, hasta influencias del cine y el encanto de simples poses junto a ruidosas máquinas industriales. La conexión entre los films se logra a través de la seriedad y el despojo que tienen en común, y que comparten con la colección. La ropa expone los elementos esenciales de la etiqueta, sin ornamentos, no porque el espíritu este aplacado por el Coronavirus, sino porque es lo último que veremos de Miuccia Prada en solitario. Estamos ansiosos por ver la performance de Raf Simons como flamante co-director creativo de la firma, a partir de septiembre.
Inspirados por MTV
“Ven mi piel y están adivinando/ Sólo porque soy negro no significa que sea agresivo” rapea el británico AJ Tracey, protagonista del videoclip de estética 90/2000 que presentó Versace. Incluyendo cameos de la previa y los bastidores, estamos frente a la colección “Flash”, concepto que apunta a entregas más pequeñas y frecuentes. Se trata del último descubrimiento de Donatella, la hermana de Gianni, un antídoto para la sobreproducción y los remanentes de stock equivalente al viejo conocido “See-now, buy-now”, que el tiempo dirá si le funciona. Con atuendos en piel de serpiente azul eléctrico y trajes pasteles, significó el estreno en exclusiva de la canción “Step On”, que revive el compromiso de Versace con el movimiento Black Lives Matters y la música como una de sus principales musas.
Rompamos las reglas
“Mostrar cinco veces al año es imposible”, dijo Alessandro Michele sobre la decisión de hacer sólo dos desfiles al año, carta en Instagram de por medio. Epilogue significa el último crucero para Gucci y, de paso, “el cuestionamiento de las reglas, los roles y las funciones que mantienen en marcha a la moda”. La etiqueta transmitió en vivo durante 12 horas desde el palacio renacentista Sacchetti, en Roma. Esta especie de Gran Hermano llamado Epilogue, desnudó el detrás de escena para exponer todo el proceso de filmación de la nueva campaña. Inmortalizada en las antiguas pantallas de Microsoft Windows, fue modelada por el propio equipo de diseño de la etiqueta, decisión que el director creativo le explicó a Vogue: cuando era un diseñador junior, le arrebataron una prenda para el show y “fue como si alguien intentara quitarme a un hijo”. Esta temporada, las texturas de paillettes y prints, la abundancia de accesorios y la extravagancia Gucci vino con perfume a años sesenta.
El amor en los tiempos del Coronavirus
¿Lockdown, qué es eso? Simon Porte consagró otro desfile físico y viral, reemplazando el icónico campo de lavandas del verano pasado por uno no menos pretencioso, de trigo. Un Jacquemus surrealista y melancólico se tradujo en finas tiras entrecruzadas, cinturas abiertas por un capricho constructivo y apliques remitiendo a espigas, con la paleta tranquila, el juego de pliegues, los tajos y la sastrería millennial de siempre. La diseñadora de zapatos Amina Muaddi, las influencers de bandera Camille Charriere yJeanne Damas, y las estrellas de Netflix, Jorge López y Alice Pagani estuvieron entre los 100 testigos de los 600 metros de pasarela. La tarde lleva el título de L’amour, porque “cada paso del proceso creativo fue ejecutado con amor”, durante los días de cuarentena y home office.
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