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LUCILA PIERES, DISEÑADORA ARGENTINA EN LA ALTA COSTURA DE PARÍS

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Por Josefina Martínez

La diseñadora le cuenta a Le Banana sobre el camino que recorrió hasta trabajar en la espectacular colección de Alta Costura presentada la semana pasada en París

@chiaolihsu

“Siempre quise vivir afuera, me gusta llegar a lo inalcanzable”, cuenta Lucila Pieres, quien hasta diciembre formó parte del staff de la icónica diseñadora Iris Van Herpen. Cuando terminó la carrera, pasantía en JT de por medio, se radicó en Europa. “No es tan lejos como pensamos”, agrega mientras visita su ciudad natal, Rafaela, en la provincia de Santa Fe

Antes de desembarcar en el reino de Máxima, Lucila cruzó el Atlántico para hacer un máster en Fashion Collection and Marketing en el Instituto Marangoni de Florencia. Después de ayudar a una amiga en una producción en Milán, la misma agencia de comunicación de moda la vió y la contrató: “Empecé haciendo de todo, desde la dirección para photoshootings y fashion films, contenido gráfico, diseño de páginas web, animaciones. Fui aprendiendo ahí, al fin y al cabo para mí lo creativo es un paraguas enorme.” Lo que siguió fue un año diseñando en la legendaria marca de sombreros Borsalino, hasta que Van Herpen la reclutó por mail.

¿Cómo arrancaste a trabajar con Iris?

Estaba viviendo en Milán, mandé mi portfolio al mail que aparecía en la página y me olvidé. Tres meses después me respondieron, era un miércoles y ese viernes me citaron al día de prueba. Como requieren mucho de las habilidades manuales, te hacen pasar un trial day haciendo diferentes tareas para evaluar tus aptitudes. Así que viajé a Amsterdam, donde está el atelier. Ese mismo día a la noche me contestaron que estaba confirmada y entré a fin de 2019.

Enseguida se desató la pandemia, ¿cómo les afectó?

Trabajamos siempre full time, nunca hicimos cuarentena. En Holanda había un montón de casos y en un momento decretaron un supuesto lockdown, pero nosotros no paramos nunca. Tienen una mente muy de trabajo, ¡sobre todo tres meses antes del desfile!

Contame sobre el show de la semana pasada.

Lo grabaron unos días antes del estreno, yo no estuve porque terminé mi contrato por un año en diciembre. En uno de los vestido trabajé un año entero, es de gasa y con una base de textil de poliéster estampado. 

¿Qué te pasó cuando lo viste en el desfile, y después su réplica en los medios?

Es divertido, pero trabajas tanto que un poco te cansás de verlo. Quizás es más shockeante en un personaje famoso. 

¿Cómo era el trabajo en el atelier?¿Cuál era tu rol?

El atelier se divide entre diseño, costura, los que hacen de todo un poco, una sola persona de moldería -porque en realidad la moldería la hacíamos todos- y la parte del business, que está afuera. En total éramos 40 personas. Yo estaba en la parte de diseño, trabajaba directamente con Petra, la mano derecha de Iris. Diseñaba, hacía prints y laser cuts, siguiendo un proceso totalmente diferente a los que trabajé en otras partes. Empezaba por una cuestión súper abstracta, creando texturas que se presentan en pedacitos de tela, Iris decidía cuáles quería y trasladaba esas manipulaciones textiles a una forma. Súper experimental.

Contanos sobre Iris, ¿la veías todos los días?

Iris prácticamente vive ahí, tiene como un cubículo y está todo el tiempo, inclusive sábado y domingo. Tenemos una cocina y como yo me cocinaba, ella se cocinaba. Como yo hacía la cola para lavar mi plato, ella la hacía para lavar el suyo. Siempre venía con todos al bar de la esquina. Tiene un perfil súper bajo, y siempre está en su mundo.

¿Qué es lo que más disfrutaste?

Es súper desafiante, todo el tiempo hay nuevos retos. Disfrutaba probar una nueva manipulación, los chicos la mandaban a imprimir, te llegaba y estaba buenísima. Además, el día pasaba muy rápido y el lugar es enorme. Hay sillones, miles de mesas, te podés sentar donde quieras y ahí adentro hay de todo, gatos, perros, vestidos. 

¿Y si tuvieras que decir alguna contra del trabajo?

Es muy intenso, por eso hay un recambio de gente constante. Es una entrega total y temporaria de tu vida.

¿Cómo es el canal de venta en IVH?

No tiene tienda propia. Se hacen 15 días de showroom en París después del desfile y presentaciones especiales en Los Ángeles. También, se trabaja mucho por encargo, como novias por ejemplo.

¿Quiénes son sus clientes? 

Asia, a más no poder, un poco en Europa, la realeza de Arabia Saudita, personalidades como Michelle Obama, Máxima, Lady Gaga. Además de los vestidos, los pañuelos de seda salen un montón. 

¿Cómo es el proceso con las celebridades? Vistieron a Rosalía para los últimos Fashion Awards del BFC.

A Rosalía se lo prestaron, no fue a pedido. Con clientes como Lady Gaga, que vienen hace mil años, se tienen las medidas guardadas y se mandan los vestidos a cualquier parte del mundo. Se toman uno o dos centímetros, lo vuelven a traer, se ajusta y ya está. Yo había empezado a trabajar para el vestido de la MET Gala de Jordan Roth, pero después se canceló.

¿Sentís que te fuiste bien preparada a nivel educativo?

Totalmente. Como diseñadora, la UP me permitió lo más difícil, que es entender cómo funciona una colección. Salí con la mentalidad de directora creativa súper fuerte. El hecho de tener dos desfiles todos los años, photo shootings, fashion films, te da una cancha que no te dan otras cosas. Cuatro años de moldería, fichas técnicas, hacer prendas en un taller para entender los pasos de la producción. En Europa había gente que nunca había hecho una ficha técnica. ¡No sé que vas a hacer de tu vida si no sabés lo que es una ficha técnica! Obviamente después también estaba en cada uno, y yo me metía en todo. 

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¿Qué diseñadores o marcas te gustan nacionales e internacionales?

Me gustan mucho JT, Dubié y Tramando, me parece que tienen un discurso propio. De afuera amo a Craig Green y Sacai. 

¿Qué te dejó tu paso por JT?

JT me dió un montón de cosas. Tenía una idea y la hacía, había un prototipista, el taller para hacer textiles, todos los viernes hacíamos fitting. Todavía estaba Jessica (Trosman). Cuando empecé a trabajar en la industria de la moda en Europa me di cuenta de que no valoramos las joyas que tenemos en Argentina, hay un valor que allá no existe. Estoy re agradecida.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

En febrero vuelvo a Holanda o me quedo en Londres, depende si las fronteras están cerradas por la pandemia. En mi opinión, en Londres es donde hay más trabajo, pero es muy high street fashion y a mi me gustan el ready to wear y los accesorios. Igual no descarto en algún momento volver a la Argentina. 

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Y después de trabajar en Alta Costura, ¿te conquistó?

Me parece divertida pero en Iris, no en otras marcas con más bajada a tierra. Nunca creí iba a trabajar en Alta Costura, porque no es algo que me llame mucho la atención, pero fui con la mentalidad de aprender. Es más, durante la entrevista les dije, si me preguntabas cinco años atrás si yo iba a estar ahí, era imposible. 

Jordan Roth wearing iris Van Herpen, MET Gala 2019

LB TOP FIVE

Un diseñador: Craig Green

Una ciudad: Amsterdam

Un género musical: rock nacional y electrónica experimental

Un libro: La boca roja del Riachuelo, de Graciela Ramos

Una golosina: Tita

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