Por Juana Dufour
Ayer por la noche finalizó la edición #22 de Buenos Aires Fashion Week con las presentaciones de JT en Saldías y Kosiuko en el Estadio Obras Sanitarias con música en vivo.
JT dió a conocer una propuesta que se caracterizó por el diseño conceptual y la experimentación textil, a las 19, con una colección que incluyó siluetas novedosas, combinaciones de texturas y moldería 100% identitaria, propia de la marca encabezada por Paula Neira Bayá y Patricio Bayá.
Predominaron colores como el negro, el crema, una gama de verdes y el amarillo como acento, que dieron vida a los diseños. Desfilaron prendas streetwear con asimetrías, recortes y ajustes con accesorios como mosquetones, cadenas y cintas, más hombros al descubierto, faldas con tablas y prendas acolchadas en capitonée. Se destacaron texturas en shantung de seda, cuero y tela entretejida, que dieron vida a tops y bolsos.
Dentro del mundo de los metalizados, la pieza que más llamó la atención fue un conjunto celeste de dos piezas conformado por una bomber y una minifalda con una textura de cuadros símil arrugada.
El estilismo y mise en scène, a cargo de Segundo Etchebehere y Mat de la Sierra, se inspiró en artículos de seguridad como arneses de construcción, sogas, salvacaídas y mosquetones, que combinó en elementos experimentales como una bufanda azul de flecos y correas verdes que envolvían a las y los modelos.
El ciclo de desfiles cerró con broche de oro y fiesta en el Estadio Obras junto a Kosiuko. Es la segunda vez en que la marca se presenta en el templo del rock. Al ingresar, el lugar estaba invadido por una luz verde cegadora que provenía de cuatro pantallas verticales ubicadas en el escenario, delimitando la pasarela. Poco a poco, los invitados fueron acomodados en las gradas del estadio, listos para dar inicio al show.
Las luces se apagaron y un sonido familiar comenzó a sonar. La banda Peces Raros apareció en vivo con su éxito Cicuta y la primera modelo salió en escena.
En esta oportunidad la etiqueta presentó The Rocking Lovers, “una oda a la desobediencia, el descontrol y la voluntad de elegir, una estética que camina con ojos vendados en el límite de lo permitido”, explica la marca.
Sobre la pasarela vibró una paleta en tonos verde, azul denim y los clásicos metálicos en dorado y plateado, que se lucieron en diferentes elementos de la colección, sin embargo, no cabe duda que las prendas más llamativas fueron aquellas que llevaban un tono magenta que atraía todas las miradas. Faldas largas con transparencias, chaquetas con lentejuelas y sets de dos piezas con strass fueron las piezas más notables de la colección.
También se destacaron las prendas de cuero, denim y mucho metalizado. Negro, fucsia y rojo fueron centrales en la paleta en faldas midi tajo en el centro, chalecos de cuero con tachas y camisas traslucidas, todo con mucho glam y brillos. Una de las prendas que más llamó la atención fue un tapado animal print color crema con manchas bordó.
El estilismo además contó con lentes negros, botas de caña alta, pecheras de cadenas que caían en cascada y cascos tipo balaclavas con brillos.
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