Las necesidades de nuestro tipo de piel cambian según el clima, el calor y la exposición a varios factores. En pleno enero y con muchos días de sol, playa y pileta por delante, en Le Banana consultamos sobre el tema con María Teresa González Baschiera, dermatóloga y médica estética. Abordamos cinco cuestiones para protegernos de la mejor manera durante la temporada más cálida del año. Tenelas en cuenta y revisá tu rutina de skincare de todos los días.
Buenos hábitos
Si la piel es mixta o tirando a seca y las temperaturas altas no son extremas, la mayoría de las veces no necesitamos cambiar los productos que utilizamos el resto del año. Sin embargo, en el caso de que estemos acostumbrados a cremas grasosas, porque venimos de un invierno muy crudo donde hace mucho frío y necesitamos compensar la sequedad que se produce en el invierno, conviene pasar a un bálsamo o una leche. ¿Cuál? “Va a depender de en qué condiciones tengamos la piel, si presenta patologías o es sensible; debemos consultar con nuestro dermatólogo cuál va a ser el producto ideal”, señala María Teresa.
Súper vitamina
¿Cuál es el mejor sérum para incorporar en esta época? La especialista diplomada en Psoriasis y Psicodermatología recomienda el de Vitamina C. No todos son iguales, por lo que indica los que tienen ácido ascórbico -hay que chequear la etiqueta-. “La Vitamina C tiene una capacidad muy importante como antioxidante. Es ideal utilizarla como base antes de poner cualquier otro producto, ya que nos va a proteger del daño proveniente de la radiación ultravioleta y la vitamina lo va a ir reparando. Por otro lado, hay un mito de que puede manchar la piel, pero no es real”, explica. Este producto se caracteriza porque, cuando lo abrimos, se oxida y empieza a adquirir un color ferroso; si toma olor a hierro significa que se oxidó de tal manera que ya no nos sirve.
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Hidratantes
La textura de las cremas hidratantes va a depender de varios factores: las personas que tienen pelos en el cuerpo tal vez les convenga buscar fórmulas livianas, como cremas en spray o lociones que tienen una textura fácil de aplicar. En cuanto a si usamos la misma todo el año o no, también dependerá de nuestra piel y las necesidades que tenga. Si es demasiado seca, se sugiere buscar una loción que tenga urea entre un 5 y 10% ya que la restaura. “Después, obviamente que en la calidad de la crema va a estar si cumple la función o no, porque tenemos productos de muy baja calidad que te ponés y al rato sentís que la piel está súper seca”, destaca la médica.
Scrubs, ¿sí o no?
A veces, ante el desconocimiento, la proliferación de videos en TikTok y la abundante oferta de los famosos scrubs, probamos estas fórmulas que tienen una especie de azúcar o granulados para eliminar las células muertas. Nos preguntamos si estamos haciendo bien. “La exfoliación mecánica es un proceso agresivo para la piel, porque implica barrer la capa córnea, que es la capa de células muertas. Ésta cumple la función de proteger y mantener el agua sobre la piel porque tiene una estructura lipídica que hace que no se evapore”, indica María Teresa. En conclusión, sólo recomienda estas exfoliaciones para situaciones muy puntuales que lo justifiquen, como una piel muy gruesa, siempre y cuando sea indicado desde la dermatología.
¡SPF, SPF, SPF!
El cáncer de piel puede aparecer en cualquier lugar donde tengamos una quemadura y está demostrado que cinco quemaduras severas en la piel aumentan en un 80% el riesgo de sufrirlo. La protección solar, el último paso y el más indispensable en la rutina de cuidado de la piel, es la manera de prevenirlo. El factor mínimo para considerar que se está resguardando nuestra piel es un SPF 30, cualquier índice por debajo no es una protección solar adecuada. “Después, si es factor 40, 50 o 100 no importa tanto, lo que importa es que nos pongamos una cantidad suficiente, entre 5 y 10 minutos antes de exponernos al sol y renovarlo cada dos horas”, comenta González Baschiera. A su vez, la protección solar sólo habla de la radiación ultravioleta V; el protector que elegimos debe proteger también contra la radiación ultravioleta A. En el caso de que tengamos melasma (manchas) o pigmentación en nuestro rostro, para que no empeoren o salgan más, en lo posible debemos usar protectores que tengan óxido ferroso ya que protegen de la luz ultravioleta V, la luz ultravioleta A larga y la luz azul.
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