Hoy, Vivienne Westwood hubiera cumplido 84 años. Y aunque ya no esté físicamente, su figura sigue tan vigente como cuando irrumpió en la escena londinense para cambiar la historia de la moda. Pero su legado va mucho más allá de los imperdibles y los tartanes. En Le Banana te damos 5 razones por las que es y será siendo un icono
1. Una corona punk que no pidió, pero se ganó
Westwood no fue solo una diseñadora: fue un manifiesto vivo. Desde que abrió SEX junto a Malcolm McLaren en los 70, redefinió las reglas del vestir y canalizó la energía cruda del punk británico. Su estética provocadora y desafiante convirtió a la moda en un campo de batalla cultural.
2. Las piezas que la volvieron inmortales
Corsets reinterpretados como emblema, plataformas que rozaban lo escultórico, faldas con estructura victoriana y sastrería asimétrica: Westwood tomó elementos históricos y los reversionó con un filo irreverente. Cada prenda tenía una carga conceptual, un guiño político, un gesto provocador.
3. Activismo, ecología y pensamiento crítico
Más allá de la pasarela, fue una activista feroz. Luchó por el medio ambiente, apoyó campañas sociales, denunció injusticias. Usó su visibilidad como plataforma para incomodar al poder y educar al público. Incluso imprimía manifiestos y los entregaba personalmente.
4. Diseñar también era protestar
Para Westwood, la moda nunca fue superficial. Sus colecciones hablaban de cambio climático, de guerras, de consumo desmedido. Un vestido podía ser tan político como un discurso. Su desfile era un acto de resistencia y un llamado a despertar.
5. Rebeldía como forma de vida
Vivienne era todo lo que el sistema intenta domar: audaz, irónica, libre. Su rebeldía no era impostada, era una ética. Un modo de estar en el mundo. Una invitación a pensar por fuera del molde, incluso si eso incomoda.