Tenía muchas ganas de visitar Berlín y el Lollapalooza fue la excusa perfecta para conocer la ciudad y descubrir sus múltiples caras, su historia y su diversidad cultural. Fue un plan ideal: un mix de turismo y música.
Debo reconocer que al principio la capital alemana no me llamó la atención, por el contrario, camino del aeropuerto al hotel, me pareció muy gris y la tarde lluviosa no acompañaba para cambiar mi percepción. Pero al día siguiente, cuando pude conocerla un poco más y entender de qué se trataba, me cautivó por completo.
Berlín es una ciudad de vanguardia, llena de historia, cultura y tan cosmopolita que vale la pena visitar. La fusión de estilos arquitectónicos, con plazas modernas como Alexander Platz y monumentos antiguos como la Puerta de Brandeburgo, hacen que sea un lugar con una mística única y eso le dio al Lollapalooza un aire diferente.
Era la primera vez que el Lolla se hacía en Europa y fue toda una experiencia inolvidable, con un line up muy esperado por el público, una organización made in Germany y en un lugar emblemático de la ciudad.
El venue elegido para el festival fue el famoso aeropuerto abandonado Tempelhof, que el 31 de octubre del 2008 cerró debido a que no se podía ampliar la pista por estar en el medio de la ciudad. El edificio está intacto, como si todavía aterrizaran los aviones, y eso generaba una confusión surrealista entre realismo y fantasía.
Uno de los DJS que más esperaba ver era Kygo. Cuando apareció, toda la gente corrió por el predio para poder verlo. Si bien su acting es muy tranquilo y pasa música como si estuviese hablando por skype con un amigo, Kyrre supo elevarnos a todos con su show.
En el sector de gastronomía, en un ambiente con temática circense, probé muchas exquisiteces nórdicas y comidas típicas alemanas, pero los que se llevaron todos los aplausos fueron los creppes con nutella, una de mis debilidades.
El festival tuvo una impronta diferente ya que asistieron personas de todas partes del mundo y muchos se disfrazaron con trajes divertidos, recreando un ambiente lúdico en el que por momentos todos nos sentíamos chicos.
Si tenes pensado ir a Berlín, explorarla en bicicleta es una muy buena opción, también es aconsejable ir de compras a Mitte, el barrio más hipster de Europa, recorrer la isla de los museos, y visitar lo que quedó del muro, donde está la East Side Gallery, con murales tan conocidos como “El beso”, uno de los símbolos más emblemáticos tras la caída del muro. Otra visita obligada es el Checkpoint Charlie, el barrio bohemio de la ciudad, lo que fue la frontera durante años entre Berlín Este y Oeste. Y para conocer acerca de la historia de los judíos, el Memorial del Holocausto es una visita imprescindible.
Te invito a disfrutar de una de las ciudades más modernas de Europa y del Lollapalooza que hicieron de este viaje una experiencia maravillosa.
Enjoy it!