Por Josefina Martínez
Ya lo dijo la ONU, para 2050 habrá más plástico que peces en los océanos. La realidad medioambiental es preocupante y la industria cosmética responde con envases recargables que salen dar batalla.
La modalidad refill comenzó en los 80’ con las eco-brands (especialmente Natura), que comenzaron a lanzar productos de reposición frecuente como shampoo y geles de ducha. Hoy, esta tendencia está cada vez más disponible, ya que con el reciclado, no alcanza.
Los contenedores son de materiales reutilizables como el aluminio y acero inoxidable; se reacondicionan y reinsertan en el mercado. Los mejores casos, pueden durar hasta 100 usos, aproximadamente 8 años y evitar 100 envoltorios por cada uno. Además, los precios se reducen hasta un 50% respecto a la versión tradicional.
Marcas como Yves Saint Laurent, Kjaer Weis, Bleach London, MAC y Olay ya fabrican cremas, máscaras de pestañas, labiales, sombras, perfumes, bases y rubor bajo esta modalidad. Incluso, Unilever está testeando desodorantes. Un poco porque al planeta le urge y otro tanto, por las nuevas generaciones. Para ellos, la filosofía desechable no va más. Aunque claro, exigen que la imagen y el diseño acompañen. Las luxury brands no tienen problemas en este aspecto.
En las boutiques de la firma francesa L’Occitane tienen disponible la eco-recarga para jabones líquidos, baño de espuma, shampoo y aceite y planean extenderlo a más productos ya que su consumidor “es responsable y consciente”. Boti-K es un industria argentina que se perfila de la misma manera que la europea; ofrecen repuesto en sachet de Bio Champú para los envases PET y utilizar así tres veces menos plástico. Esto también alcanzará próximamente a los acondicionadores y jabones líquidos ya que la iniciativa fue todo un éxito. El make up de lujo con refill, por ahora, se consiguen fácilmente afuera pero todavía las marcas locales tienen bastante trabajo pendiente.
Los recargables implican cambiar patrones de consumo súper arraigados. Desde L’Occitane comentan “como con todo cambio, siempre cuesta adaptarse, pero a la larga son hábitos que llegan para instalarse.” El mensaje de Boti-K es claro “la basura pronto necesitará otro planeta donde depositarla”. Para no nadar entre envases plásticos o tener que mudarnos de planeta, para seguir existiendo es necesario que empecemos a cambiar de hábitos hasta en el consumo de productos de belleza.