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POST MET MONDAY: EL CAMP SEGÚN LAS CELEBRIDADES

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Por Josefina Martínez 

El Museo Metropolitano de Nueva York celebró una nueva gala y la extravagancia dictó las reglas. La alfombra rosa mostró entrega absoluta a la causa, Camp: Notes on Fashion, y hubo momentos muy buenos, y otros para el olvido.

Gaga, la reina del Camp

El que no arriesga no gana. Lady Gaga se robó la noche con cuatro cambios de vestuario. Como una de las co-chairs de este año, llegó temprano y dio un show de striptease tipo matrioshka en plena red carpet, demostrando que es la reina de la teatralidad y dueña indiscutible del camp. Asistida por el propio diseñador -y BFF de la cantante-, Brandon Maxwell, cada atuendo le abrió paso al siguiente y el último se cortó con tijeras. Los aires de ganadora de Oscar la vuelven más auténtica que nunca.

Epic

Si Billy Porter brilló en los Oscar, en esta ocasión se puso mejor. Fue la Cleopatra de la fiesta, inspirado en Diana Ross en Mahogany. Apareció con un espectacular vestido dorado y alado, en un trono de terciopelo que era llevado por seis hombres en cuero y con pantalones color oro. Momento definitivamente queer, el actor de Pose representó la temática con altura.

Cardi B es otra que logró destacarse con un diseño de Thom Browne rojo sangre, acolchado y emplumado. Con cristales en el pecho y un tocado con pedrería, el vuelo del vestido era tal que la rapera tuvo que ser asistida por ocho hombres para poder desplazarse. Definible como exceso, por eso cumple el mandato.

Jared Leto es íntimo y fan de la casa sponsor/ anfitriona Gucci, por lo que armó su look inspirado en la colección de otoño 2018. El cantante y actor llevó una réplica de su cabeza como accesorio, vestido como una especie de Jesucristo, extravagante de pies a cabeza.

Y si alguien no iba a defraudar, ese era Ezra Miller. Es uno de los íconos queer más fuerte de este a era y se atreve a todo. Usó un traje de Burberry al que superpuso un corset de piedras. Acaparó la atención cuando llegó con siete ojos, producto de un genial make up art. En su mano llevaba una máscara que lo convertía en un humano normal y dejaba abierto el juego de las apariencias surreales. Vogue US lo declaró epítome del camp después de la gala.

Los Memes indispensables

Katy Perry se la jugó por lo figurativo (o lit) y acudió a la gala con la reversión del vestido chandelier que Jeremy Scott diseñó para Moschino en 2017. En tonos blanco y cristal, el hecho de poder apenas caminar y ser “una lámpara viviente” le valió cientos de memes. En el after party, la cosa se puso más cómoda pero igual de extraña con un disfraz de hamburguesa gigante.

Otra celeb que inspiró fue Celine Dion, en un Oscar de la Renta con larguísimos flecos plateados, casco con plumas y maquillaje exagerado. La nota de color la dio cuando en plena red carpet confesó no entender muy bien el término camp. Con ese outfit y esa actitud, sospechamos que entendió todo.

Kendall y Kylie tuvieron una gran performance. Las hermanas Jenner fueron en perfecta sintonía en naranja y lavanda generando un sinfín de comparaciones. Los memes esallaron con alusiones a las hermanastras de Cenicienta, atuendo que eligió Zendaya. Twin moment con transparencias, piedras y muchas plumas, con la firma de Donatella Versace.

No Rihanna, No Party

Algunas celebridades siempre pisan fuerte en la alfombra roja del Met, pero por alguna razón se saltaron esta edición. Blake Lively, que acaba de hacer público su baby bump), Ariana Grande, Anne Hathaway, Beyoncé y Taylor Swift fueron algunas de las más extrañadas.

Hubo varias ausencias, pero ninguna tan sentida como la de Rihanna, quien nos tiene acostumbrados a ser la estrella de la Gala. La decepción rápidamente tomó forma de tweet a la vez que Riri “daba explicaciones” en sus Instas stories: estaba en Gran Bretaña promocionando Fenty Beauty, así que quedamos con las ganas.

¿Temática, cuál?

Como todos los años, hay invitados que hacen caso omiso al código de etiqueta de la noche, definido varios meses antes del evento y sobre el cual se monta la exposición. Es el caso de las gemelas Olsen, asiduas concurrentes. Dueñas de una timidez très chic y muy a pesar de la consigna, lo suyo es la discreción. Mary-Kate y Ashley aparecieron  enfundadas en largos atuendos de cuero negro de aire sastrero.

Kanye West es otro que fue de lo más sencillo, en un total black con una campera de 40 dólares  que le valió todo tipo de críticas. Sin embargo, lo perdonamos: escoltar a Kim con su look mojado inspirado en Sophia Loren, es tan camp como ella La foto familiar con las Kardashian/Jenner, súper camp aunque un poco carnavalesco.

Miley Cyrus también pecó de sobria, con un Saint Laurent corto de lentejuelas verde y negro, de la mano de un Liam Hemsworth en correcto smoking.

LGBTQ

En lo complejo que significó definir al término camp, el colectivo LGBTQ estuvo siempre bajo su paraguas. El evento en un punto se trataba de ellos, aunque los momentos de protagonismo fueron escasos.

Lena Waithe asistió con un traje a rayas celeste brillante con la leyenda en la espalda “Las drag queens negras inventaron el Camp”. Mensaje reivindicador, las rayas “diplomáticas” del traje eran en verdad frases de canciones como “I’m Coming Out” de Diana Ross. El año pasado había respondido al tema católico con una capa tipo arcoíris, con los colores de la bandera del orgullo.

Cara Delevigne defiende y celebra la comunidad, por eso se vistió con las rayas multicolores y mucha transparencia. Lo más camp, el tocado gigante con bananas, ojos y bocas.

El actor Michael Urie, al mejor estilo Victor Victoria, se vistió mitad con un vestido rosa de tul y mitad con un traje expresando la androginia que acompañó desde el make up.

¡Hasta el año que viene, MET Gala!

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