#LollaAr Day 1: La nueva esperanza centennial

“¡Esto es ATR loco!”, dijo Dak1llah después de cantar Qu3 la chp3n desde el escenario Alternative. No se  sabe si hablaba de su show o de la sexta edición del Lollapalooza Argentina que acababa de empezar desde el Hipódromo de San Isidro. Vestida de guerrera sport en verde y negro y con sol de frente, la rapera salida del El Quinto Escalón cantó varios de sus hits como Number One ante festivaleros atentos que llegaron temprano, pasado el mediodía. 

“Qué pasa, chiques? Mi nombre es Kamasi Washington y estoy muy feliz”. El saxofonista que llegó para cambiar todo el espectro musical actual junto a The Next Step se presentó en lenguaje inclusivo y, sin mucho preámbulo, arrancó a puro jazz, ritmo y sustancia en la tarde del primer día. Directo al hueso, el compositor y productor que colaboró con Thundercat y Kendrick Lamar y las hermanas Ibeyi hizo sonar su disco The Epic. Al mismo tiempo, y del otro lado del hipódromo y vestido bien seventies, Alex Anwandter tocó temas de todos sus discos y en especial de Latinoamericana, el álbum que editó a fines del año pasado esta nueva bestia pop chilena.

Rosalía rompió los récords de asistencia a las seis de la tarde, donde se podían sentir los casi 100.000 asistentes del viernes. Chanelized, de torera de tweed dorada, falda enconsetada y joyas en sintonía eighties, entre Dinastía y vibra deportiva, empezó un show con mucha energía con su éxito “Pienso en tu Mirá”, del álbum El Mal Querer.  Sobre una tarima de luces y una troupe de bailarinas que oficiaban de ángeles deportivos, la nueva revelación del flamenco de 25 años dominó el escenario Alternative cuando el sol empezaba a ponerse.

“Argentina, este tema es para toda la gente que ha escuhado a los ángeles”, dijo, antes de cantar “Catalina” a capella. A mediados del show exhibió los primeros pasos de bailaora, a puro taconazo (o zapatillazo), palmas y castañuelas, junto a Pablo Díaz Reixa, el productor más conocido como El Guincho. Llegando al final del show y con coreografías a pleno, Rosalía estrenó mundialmente su single nuevo, “Con altura”, que canta junto a J Balvin, segunda colaboración después de “Brillo”, una de las canciones más cantadas de la jornada.

Vestido con un tracksuit deportivo de Argentina customizado y con el 13 en la espalda, Post Malone salió a todo ritmo al Main Stage 2 con su emo (t)rap, listo para gastar las cuerdas vocales. Aunque Austin Richard Post no necesite de banda y le tiren los beats directo desde pistas, su autoestima no lo necesita e invade el escenario. “Esta canción es sobre llegar a la fiesta y saber que sos re cool”, dijo antes de tocar “G Wagon” y justo después de su hit pegadizo y repetitivo, “Better Now”. 

Si bien Post llenó a los festivaleros de energía, el show más esperado de la noche fue el de Twenty One Pilots. Después de la performance de la banda neoyorkina Interpol desde el Main Stage 1 y del recambio del público, de uno +30 a otro de la mitad, las pantallas se llenaron de visuales en blanco, negro y rojo, y todo se prendió fuego. El dúo de Ohio quemó un auto desde el escenario, Tyler Joseph cantó desde una tarima en altura sobre el público enardecido e hizo todo el mosh que pudo, mientras que Josh Dun tocaba la batería entre la gente, desde una plataforma elevada que se transportaba entre su público.

Para cerrar la noche centennial y bien arriba, Steve Aoki apareció parado en posición triunfante sobre las bandejas y con tremendas visuales de fondo. Con la camiseta de Boca puesta, con el 7 de Pavón en la espalda, y unos jeans todos graffiteados el DJ considerado como uno de los mejores DJs de la escena según DJ Magazine, tocó temas de su segundo álbum, Neon Future, presentó un remix de Paulo Londra, a quien considera un gran talento y EL gran artista de la nueva generación. También homenajeó a su amigo y colega Avicii y le puso moño a la noche con una versión EDM de Bella Ciao.