La gran manzana dio el puntapié inicial del mes de la moda con colecciones vibrantes y oversize donde primó la sastrería, la moldería unisex y el uso extensivo de las pieles sintéticas y el cuero. Un recorrido por las colecciones que más nos gustaron.
Marc Jacobs: Misterio ochentoso
Como salidas de un fil de detectives, las modelos desfilaron por la pasarela como recónditas heroínas con maxi tapados de sastrería con doble abotonadura y en colores vibrantes. Los maxi sombreros acompañaron los volados de las prendas y la silueta oversize, que puso su acento sobre los hombros. Muy Dick Tracy.
Sies Marjan: Superficies de placer
Una de las marcas y desfiles más refrescantes y sorprendentes de esta semana. Naranjas, rosas y rojos se mexclaron con grises, celestes y verde loden, en una línea de indumentos tornasolados, brillos en satén y hologramas. Sofisticada, moderna, y osada, sin tanto artificio.
Alexander Wang: Vuelta a la matrix
El rey del athleisure sabe cómo volver locas a las estrellas del street style e incluyó unas medias traslúcidas con maxi logos, que serán las más codiciadas. Wang levantó la apuesta en una colección sofisticada que tuvo mucha sastrería reversionada en cuero y con intervención de cierres metálicos en las pinzas. Sorprendieron los sobretodos y faldas con bolsillos circulares y los acentos de color en fucsia.
Carolina Herrera: Elegante de despedida
En su última colección antes de retirarse de la dirección creativa para pasar a ser embajadora de la marca, Herrera le rinde tributo a su creadora y sus clásicos. Las camisas níveas y las maxi faldas de shantung y seda dominaron la pasarela en todos los colores, acompañadas de un cinturón ancho a contra tono. Además, una amplia selección de vestidos se vio en todas las tonalidades -desde celeste cielo a magentas, rojos y naranjas- y materiales como el lúrex, la seda, el brocato y el plumetí.
Victoria Beckham: Minimalismo funcional
Amante de la sastrería envolvente de líneas depuradas y en capas, Victoria hizo foco en las cinturas con lazos net asimétricos, en una paleta acotada, en verde loden, gris, beige, marrón y azul marino. Algunos animal prints acompañaron el estilo sofisticado y moderno que caracteriza a la marca, que susurra alta calidad.
Cushnie et Ochs: Femineidad monocromática
La piel fue protagonista gracias a escotes profundos, sustracciones y transparencias, que contrastó con la estridencia de los total looks: la paleta varió del blanco, al plata y al negro, pasando por tonos rosados, nude y fucsia shocking, el color del próximo invierno.
Zadig & Voltaire: Rock para Millennials
Entre un estilo insolente y lleno de referencias británicas, las prendas de Zadig exudaron despreocupación y frescura, con un calce holgado y moderno. Pantalones motoqueros se mezclaron con sweaters y sastrería; se vieron calzas super fit, brillantes y de vinilo, pieles sintéticas, tejidos suaves y anchos y muchos tartanes, tanto para hombres como mujeres. El trench, la parka verde loden y los sacos en Príncipe de Gales reinaron en una colección pensada para los jóvenes, de hoy y siempre.
Tibi: Sastrería Vibrante
Un arcoíris de sacos, faldas midi y pullovers gigantes dominaron la pasarela más easy chic de New York que contó con una sastrería relajada y semi deportiva. La paleta de color, el estilismo en capas y las botas largas y arrugadas fueron de lo más llamativo de la colección.
Calvin Klein: Workwear de montaña
Sobre una pasarela inundada de pochoclos, Raf Simons combinó maxitapados masculinos y camperones de trabajo naranjas con maxi faldas de seda femeninas en sutiles celestes. La androginia se entrecruzó con el alpinismo, que sirvió de referencia para prendas tejidas unisex, gorros y guantes de cuero metalizados. Los prints se superponen y se llevan en complementos, vestidos delicados y hasta en sweaters con imágenes del Coyote y el Correcaminos.