Por Cata Greloni
Después del éxito de las “Daddy sneakers”, las zapatillas de los años 80 y 90 que popularizó la firma Balenciaga y se expandió por todo el universo sneaker, desde las firmas de lujo hasta las etiquetas más masivas y deportivas, ahora la tendencia se extiende al verano y toma por asalto las sandalias de goma en formatos estrambóticos.
Con taco, plataforma, hebillas, tachas o velcros, las sandalias no serán más de tiras delicadas y que pretenden pasar desapercibidas. No, no. Nada de eso. Este verano se combinan las tiras anchas con ribetes a contratono, en colores fosforescentes y materiales indiscretos como plateados iridiscentes, reptiles brillantes y suelas de goma pesada.
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Luego del incomprensible éxito de las crocs con cristales de Christopher Kane y las megacrocs con plataforma de Balenciaga, las “ugly sandals”, son hoy las sandalias preferidas por diseñadores como Prada, Louis Vuitton, Gucci o, más acá, Jazmín Chebar, que las adornan con apliques de piedras, broches de mochila, glitter o animal print y completan el styling con medias de colores a contratono o soquetes brillantes de lúrex.
Esta tendencia que genera tantos amantes como detractores no sólo apareció como consecuencia de las zapatillas gigantes, sino que además impulsaron el regreso de sandalias clásicas como las Birkenstock o las Teva, que juramos que nunca, nunca volverían a ¿la moda?. Ni que hablar de las ojotas transparentes con taco de Kim Kardashian.
Pero como las tendencias todo lo pueden, y si lo usan un par de famosos -léase Tyler The Creator, Solange y muchas más influencers-, aún más, ahora todos los fashion victims calzan las sandalias típicas de abuelo, de turistas europeos o de Roberto Lavagna.
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