Por Cata Greloni
Fuimos a la presentación del tercer álbum de estudio, Alma, de la artista rosarina en Deseo, en el barrio de Chacarita, para luego conversar con ella acerca de este nuevo disco que la encuentra más enfocada y decidida hacia una nueva identidad.
Tras una ruptura amorosa con el rapero de la Boca, Trueno y cierta experiencia adquirida en la industria musical, Nicki Nicole decidió exponer todo ese recorrido de emociones, sentimientos y cavilaciones en un material nuevo que trae una gama elastizada de sonidos, y sensaciones de la artista.
El disco comienza con un blues sampleado en “Ya No” y marca la cancha del tercer disco de estudio al decir que ella “Ya no está ahí”, abriendo un arco narrativo de dolor, crecimiento y reparación personal, de un antes y después tanto en la vida sentimental como en el camino de la artista, para dar vuelta la página emocional y contraatacar con “Dispara***”, el primer feat de la obra junto a Milo J, y tal vez el mejor track de todos, o la Nicki que más nos gusta, tanto por el beat hip hopero, o el modo rapper más puro y duro.
La rapera embajadora de Lacoste, que ahora se presentará en España y en el Lollapalooza de París, a tres días de lanzado el disco, anunció una fecha para presentar su Alma en el Movistar Arena, el 26 de agosto, justo un día después de su cumpleaños, que agotó en media hora y agregó una segunda fecha para el 27 de agosto, también agotada al poco tiempo.
El primer adelanto del álbum fue “NO voy a llorar :´)”, una canción con el inicio pitcheado en alta, bajo la producción de Tatool y El Guincho (productor de Rosalía), que setea el tono de su concepto: dar vuelta la página, mirar para adentro para descubrir de qué madera una está hecha y salir fortalecida, ya sea desde la emoción pura en las baladas como “Llamame” o desde la superioridad sentimental de “Se van 1 llegan 2”, o los juegos de seducción con Young Miko, en “8 AM” o en el dembow con Rels B, para “qué le pasa conmigo?”.
Para comprender más acerca de cómo pergeñó su Alma, su presente y las temáticas elegidas por la rosarina para su tercera obra, nos acercamos con Le Banana al estudio para entrevistarla y charlar con ella.
¿Cómo arrancó el proceso creativo de tu tercer álbum de estudio, Alma?
Arrancó de un punto de partida bastante personal. Quería lograr una conexión entre alma, corazón y mente porque sentía que mi mente estaba en una, el alma en otra, y ni hablar el corazón, así que sentí que tenían que estar en sintonía, y que este disco era necesario para que eso sucediera. Estaba disociada, y desconectada conmigo misma, aún cuando desde afuera no se notara. De repente estaba en lugares en los que no estaba presente, no podía permitirme disfrutar, y todo seguía igual, así que el primero paso fue admitir la situación en la que estaba, reconocer que no estás tan piola como creés, y más porque soy orgullosa, pero fue esencial reconocerlo para poder empezar a cambiarlo.
Ahí también empieza un proceso doloroso, me imagino…
Si, viene un momento de dolor pero usar lo emocional para descubrir qué me está enseñando esta emoción y atravesarlo en vez de victimizarme me sirvió mucho.
¿Qué aprendiste en este proceso de composición y de crecimiento?
Aprendí a ser paciente. Con este disco me tomé el tiempo de conocerme, de conocer los sonidos que me gustan, a no limitarme, y eso se refleja en mi faceta musical también. Me superé a mí misma en muchas cosas y creo que no soy la misma persona después de este álbum, y eso me gusta.
¿De qué se trata atravesar una ruptura amorosa a la vista de todo el mundo?
La verdad es que como artista el dolor, la vulnerabilidad es lo que nos hace humanos y, si bien al principio de mi carrera pretendía no hacerlo, me fui amigando con eso. Son cosas que salen afuera y es parte de lo que yo soy. Todos pasamos por estas cosas: hay cosas que terminan, cosas nuevas que empiezan y yo, como artista tengo que ser real con la gente que me escucha, con la gente que me conoce. Primero, ser real conmigo, y es una experiencia. Aprendemos todos los días, cambiamos todos los días, así que acá estoy, agradeciendo, valorado y a seguir adelante. Hacer catarsis en la música también es un gran privilegio, poder ponerle palabras para atravesar el dolor y sacarlo. La música tiene un poder sanador muy grande y no deja de sorprenderme.
¿Cual es tu canción favorita de Alma en este momento?
Ahora mi favorita es “Llamame”, que fue la última canción en entrar en el disco faltando dos horas para el cierre, así que la compuse en ese tiempo, totalmente a contra reloj. Llamé a mi productor, Tatool y me dio ese tiempo porque si no me dijo que no llegaba a mezclarlo.
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Fue un poco volver a tu esencia del freestyle…
Pobre, lo volví loco en el proceso creativo, pero siempre me entendió que ese cambio de decisiones fue lo más importante para mí. El proceso de armar un disco es difícil, partir de cero y saber bien hacia dónde querés ir. Ya cuando estás a la mitad ya todo empieza a tener más sentido, pero el punto de partida es fuerte. No es solo crear un disco: viene un show que lo acompaña, viene con un concepto, lo que la gente recibe de vos, lo que va a pensar con este disco, cómo lo defendes. A simple vista parece un conjunto de canciones, pero son muchas cosas y bajas mucha data también con un disco tenés que pensar muy bien ahí el mensaje.
¿Sentís que con Alma tenés un concepto más cerrado que con los discos anteriores?
Con los anteriores discos estuve mucho a las corridas y por eso decía que aprendí a ser paciente y a darle el tiempo que realmente necesitaba este disco. Acepté darle tiempo a Alma y cambiarlo lo que necesitara hasta que me representara. Tampoco comprometerme con nadie, no prometerle nada a nadie sino mantenerme fiel a mí misma y al mensaje y sonido que quería transmitir.
Se vienen tus primeros shows del disco en el Movistar Arena. ¿Cómo te preparas para esos días?
Va a ser una locura ese show y tocar el disco nuevo ahí porque tenemos muchas cosas planeadas. Me siento en un momento en el que puedo dar cosas que antes no podía dar porque era muy bebé y estaba aprendiendo sobre la marcha. Hoy siento que estoy para hacer cosas increíbles en cuanto a performance, credibilidad, que no sea solo un show sino una experiencia. Queremos que el concepto se plasme al ciento por ciento, no sé si es por ser de Virgo o qué pero tengo mucho planeado. La idea es invitar a todos los artistas con los que tengo colaboraciones en este disco, Rels B, Milo, Young Miko, el YSY, pero también a los de los discos anteriores. Es el principio de algo muy zarpado. En lo personal siento que estoy para hacer cosas que antes no sabía muy bien cómo hacer o ejecutar y hoy estoy en sintonía y a la altura de lo que quiero generar, y eso me deja muy tranquila.
También tenés una gira muy próxima por Europa…
Me voy a España a tocar, también tengo el show en el Lollapalooza de París y después volvemos para preparar las dos fechas en el Movistar, así que muy contenta de lo que se viene.
¿Cómo conociste a Milo J y decidiste hacer un feat con él?
Primero conocí su música y no le había puesto cara, así que después me flasheó, al enterarme, que es súper chiquito, porque es increíble lo bien que usa la voz, la proyección vocal que tiene, el vozarrón que tiene. El firmó en el mismo sello que yo así que un día me lo crucé en el estudio, que lo llevaron para que lo conociera, cuando yo estaba grabando. Yo tenía “Dispara ***”, que lo había hecho en España el año pasado y me pareció tremendo que él se subiera al track. Tenía miedo de que se montara y le quedara tan bien, que estaba dispuesta a dárselo. Milo tiene una voz que queda muy piola con la mía, que es muy aguda, entonces el cambio, sus graves refrescan la estructura del tema. Si “Dispara***” no era con él, no era con nadie.
Además de tener la voz aguda, también te pitcheaste las voces…
Me re pitchée en “Ya No” en los graves con Tatool y me encanta, después en “Ya no voy a llorar” en agudos. Me gustó mucho también jugar con los chops de las voces en el cover de “Tuyo”, en “Se va1 llegan 2”. Fue una experiencia nueva y quiero marcar una identidad ahí.
¿Por qué decidiste incluir un cover de Rodrigo Amarante en el disco?
Lo decidí monster porque en cada disco mío hay un punto de quiebre en donde se nota que digo “Che, por eso hago música”. “Tuyo” es una canción importante para mí porque la cantaba en la secundaria en los actos antes de tener temas propios y esa canción siempre fue una de mis favoritas. Por ese tema empecé a cantar en público aún cuando me moría de vergüenza, pero ahora lo escucho me hace acordar a ese momento. Esta reversión me mantiene con los pies en la tierra, me lleva a cuando era bien chiquita y soñaba con las cosas que ya conseguí. Me hace valorar mucho más el presente, me alegra que esté en el disco y me encantaría también poder tocarlo en los shows.
