Por Catalina Greloni
Entramos a la Residencia Llobet para ser parte de una experiencia con aroma italiano. Y nos preguntamos: ¿a qué huele Italia? ¿A espuma del mar de la costa amalfitana, a limones frescos, a las míticas plantas de mirto, a los higos recién cortados, a los naranjos sicilianos? Si los aromas evocan recuerdos, queríamos saber cuáles son aquellos que atesora Ambra Martone, la perfumista, CEO y cofundadora de LabSolue, que llegó a Buenos Aires para presentar esta marca de fragancias artesanales desde Édition Privée, la casa de fragancias de autor internacionales ubicada en el corazón de Recoleta, en Av. Alvear 1780.
La historia de LabSolue comenzó con Vincenzo Martone, el abuelo de Ambra, que fundó Marvin, una farmacéutica y cosmética en Milán durante 1940. La empresa se transformó con el tiempo en ICR Industrie Cosmetiche Riunite y, posteriormente, en LabSolue, pasando por las manos de tres generaciones de perfumistas. El nombre surge de la fusión de los términos “laboratorio” y “absoluto”, que en perfumería significa la extracción más noble y pura de los ingredientes naturales, y el espacio donde la familia Martone ha creado y resguardado estas notas por varias generaciones.
La pasión por el mundo olfativo y la dedicación al detalle fueron transmitidas a través de la familia y el tiempo, adaptándose a las nuevas tendencias pero nunca dejando de lado las raíces. Hoy son las nietas de Vincenzo, Giorgia y Ambra Martone, quienes se encargan del liderazgo familiar y la dirección de LabSolue, una marca que nació en 2013 gracias al amor de Giorgia por los archivos y la determinación de Ambra para llevar la tradición por nuevos caminos.
Con una visión de perfumería sin límites, géneros o reglas, cada fragancia es una obra de arte formulada a partir de ingredientes clásicos italianos como el mirto, la oliva, el higo, los limones o la madera de pimienta, que se dividen en tres grupos olfativos: las flores, las frutas y plantas aromáticas, y las maderas y resinas.
Las hermanas Martone trabajan con las narices más renombradas y exclusivas de la industria como Alberto Morillas (creador del CK One), Olivier Cresp (Replica: From the Garden, de Margiela) o Shyamala Maisondieu (Paradoxe, de Prada), quienes trabajan con ingredientes naturales y combinaciones químicas únicas, capaces de evocar emociones profundas y recuerdos personales.
Además de su éxito en Italia, la etiqueta LabSolue trasladó su experiencia olfativa al mundo hotelero con el primer hotel de fragancias en Milán, radicado en la antigua fábrica de su abuelo Vincenzo, entre la exuberante Via Tortona y la reservada Via Forcella. La idea fue crear un espacio dedicado a la inmersión en el universo que invita a los visitantes a explorar y experimentar las fragancias de una manera completamente nueva, donde cada huésped elige la habitación según su aroma preferido.
Recomendamos sumergirse en el corazón de Recoleta, en la mansión de Édition Privée, y recorrer el camino olfativo de las frutas, las maderas y las flores italianas, y sentir especialmente los perfumes Fico, Cedro, Legno di Guaiaco y Zagara, ¡nuestros preferidos!