Por Catalina Greloni
Hoy se inaugura la muestra “No habrá otro igual” en el Malba, la antología de Edgardo Giménez que recorre la vida del artista pop argentino durante seis décadas de trabajo y a partir de 80 obras que van desde la pintura, la escenografía, muebles pintados a mano y esculturas animales.
La exhibición curada por María José Herrera, que se aloja en el segundo piso del espacio porteño, a partir de una puesta equilibrada que, dentro de lo colorido de sus obras, no tiene estridencias en lo visual y habitan atmósferas balanceadas. En ese sentido, la distribución dialoga, justamente, con una de las características principales del artista pop: la simetría, que puede apreciarse en pinturas, muebles, esculturas e incluso en la reproducciones de escenografías que se presentan.
Ya desde la entrada del museo se puede sentir el espíritu de Edgardo con la presencia de cinco estrellas enormes a modo de reinterpretación de “Ocho estrellas negras”, presentadas originalmente en 1967, la muestra “Experiencias visuales″, del Instituto Di Tella. Edgardo Giménez es uno de los artistas más multifacéticos, longevos, felices e interdisciplinarios que ha dado el Grupo Di Tella, desde los años 60 hasta ahora.
En una visita guiada para la prensa, su presencia y guía hace recorrer un espacio lleno de obras de espíritu lúdico y energía naif que se palpan en sus obras y su sonrisa. La muestra comienza en el segundo piso, con una escultura en escala 1:1 de Divine, la mítica drag queen de la polémica película Pink Flamingos, de John Waters y se abre al vasto universo del pintor, escultor, diseñador gráfico, arquitecto, escenógrafo y diseñador de muebles, que reparte color y fantasía a través de todo su cuerpo de obra.
Edgardo cuenta que empezó en el arte a los 8 años cuando le encargaron decorar la vidriera de una ferretería y allí entendió que le gustaba agradar y diseñar “cosas bellas”. En ese agradar y entregar felicidad al mundo, entendió que a partir del uso del color, los animales y las formas orgánicas podía plasmar belleza allí donde se lo propusiera, ya sea un bastidor, una pared, sobre mobiliario o creando piezas desde cero.
Al recorrer las salas donde aparecen personajes de Alicia en el país de las maravillas, conejos, sapos y cómodas con formas de gatitos, se abre a la vista un huevo gigante que permite ver su interior y contiene miles de otros huevos menores. La escena surrealista corresponde a una reproducción del huevo-habitación de Los neuróticos, la película de Héctor Olivera de 1968 donde Norman Briski atendía a sus pacientes desde su peculiar consultorio.
También se puede ver el altar de Psexoanálisis (1967) y un recorrido en blanco y negro por las fotografías originales de la preparación de dicha escenografía, donde aparece la mítica Libertad Leblanc, y otras del artista junto a la vedette Moria Casán en plena preparación de las fotos de body painting.
“Todo lo que hice desde que nací hasta hoy fue dedicarme a ser feliz y a entregar felicidad a través de mi obra”, dice el artista a la vez que muestra su colección de esculturas y pinturas de monas, dice amarlas por “hacer monerías”, y que eso lo identifica con ellas. La semana que viene, en Arteba, también podrá accederse a varias de sus obras a través de 1942 Fancy Monas en el stand A36 de la sección principal en la MC Galería, de Marìa Calcaterra, los días 1, 2 y 3 de septiembre, de 12 a 20. Estas obras se podrán adquirir en nuevos formatos, en versión print y en fine art, firmadas por el artista junto a un código QR con su NFT, o en un dispositivo digital Infinite Object que lo reproduce.
*”No habrá otro igual”, de Edgardo Giménez estarà disponible para visitar en el MALBA hasta el 13/11/23, en Avenida Figueroa Alcorta 3415, CABA. Las entradas podràn adquirirse de jueves a lunes, a un valor general de $1600. Estudiantes, docentes y jubilados acreditados, a $800 y menores de 5 años y personas con discapacidad, sin cargo. Miércoles, General: $800; estudiantes, docentes y jubilados con acreditación, sin cargo. Personas con discapacidad: sin cargo.