La ciudad italiana fue anfitriona de la fashion week más vibrante y colorida. Con menos restricciones por la pandemia, gran parte de los espectáculos se celebraron de manera física, devolviéndole a la moda la magia del vivo. Antes de seguir nuestro camino en París, les contamos sobre las cinco tendencias de las pasarelas de Milán que esperamos sumar cuanto antes al guardarropas.
THE BRA
Ya lo vimos en las semanas de la moda anteriores, pero el corpiño triangulito a la italiana, se potencia. Viene en telas metalizadas, encaje, colores flúo, estampados de flores y hasta en leopardo, para complementar faldas vaporosas y pantalones de macramé veraniegos. Con transparencias y bordados, convierte la sastrería clásica en un traje bossy moderno, como el de Mica Argañaraz en el cierre de Fendi. Además, la bikini aparece en la fórmula triple denim de Fendace, la aclamada colaboración entre Fendi y Versace que ayer rompió la internet, fusionando las siluetas y logotipos de ambas marcas con top models legendarias como Kate Moss, Naomi Campbell y Esther Cañadas. Por último, MFW introduce una variante de esta trend: el bandeau. Sólo queda decidir cuál de las dos usar primero.
FRINGES
Empezaron a aparecer hace año y medio con Bottega Veneta; este año los vimos en Nueva York y Londres, y ahora en Milán podemos confirmarlo. Con brillos, cortos, larguísimos, en capas o como terminación, los flecos llegaron para vestirnos los próximos meses y quizás, un poco más. Los directores artísticos los incluyen en faldas, tops, minivestidos, camperas de cuero, botas y bandoleras, éstas últimas, con aires setentas. Destacamos los tops y minifaldas con flecos de Blumarine, para salir a la calle sintiéndonos Britney Spears en los 2000.
NO CAMINEN, CORRAN
¿Botas hasta arriba de la rodilla en primavera y verano? Fendi, Dolce & Gabbana y Roberto Cavalli dicen ¿por qué no? Pero la tendencia over-the-knee es tan diferente como sus propuestas. Kim Jones les estampó las ilustraciones de Antonio López, artista, colaborador y amigo de su predecesor, Karl Lagerfeld. Los dibujos de mujeres y trazos ondulantes habitan toda la colección y le dan una vibra sixties. Domenico y Stefano rindieron tributo a los años 2000 con el “más es más” de texturas y materiales que los caracteriza, y con prints con la cara y el nombre de JLo, una de las divas Y2K. Mientras que Fausto Puglisi, a cargo de Cavalli, ofreció un descanso del animal print -tranquilos, sólo en algunos looks-, combinando minivestidos negros con botas de cuero a tono y con colmillos dorados.
PULSERA ALERT
En la década del 90, una de las que más nos inspira actualmente, figuras como Nicole Kidman y Aaliyah llevaban un brazalete en el bícep como complemento estrella en las alfombras rojas. Adivinaron: está de vuelta. Blumarine llena el accesorio metálicas de strass, mientras que Fendi le imprime el logotipo de las letras “F” enfrentadas. Prada le da una vuelta. confeccionándolo en telas brillantes y dándole volumen con la insignia del triángulo invertido.
BRINGING SEXY BACK
La sensualidad fue tema recurrente. Empezamos por el matrimonio Miuccia Prada-Raf Simons y su idea de “Seducción a partir de la reducción”. Se tradujo en espaldas descubiertas y elementos de la ropa interior y corsetería deconstruidos para marcar cinturas y pechos. Pasamos a Versace y la pregunta ¿hay algo más sexy y millennial que Dua Lipa con un foulard metalizado sostenido por pins como falda? Posiblemente no. “El fular lleva con nosotros desde los inicios de la marca, pero esta temporada lo pone todo de cabeza; ya no es fluido ni soñador, el pañuelo es provocativo, sexy, apretado”, explicó Donatella. Las demás marcas se hicieron eco de la sensualidad a través de transparencias, recortes, faldas cortitas y tops diminutos que dejan mucha piel a la vista.
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