El diseñador de Sadaels habló con Le Banana después de su paso por la Semana de la Moda de París y antes de estrenar el fashion film que formará parte del primer ciclo 100% digital de BAFWeek.
Domingo al mediodía en Argentina, a la tarde en Francia, entrevistamos por Zoom a Juan Hernández Daels durante un viaje en tren. “Estoy volviendo a París, tengo tres horas con Wi-Fi para hablar, pero voy a estar con el barbijo puesto”, nos avisa el diseñador argentino graduado en la Academia Real de Bellas Artes de Amberes (Bélgica) y uno de los directores de Sadaels junto a Josefina Roveta, su novia. Ella se encarga de la comunicación, él del diseño y la producción, y la dirección creativa corre por cuenta de los dos. Le preguntamos todo sobre la nueva colección plasmada en el corto que podremos ver mañana y pasado en el marco de BAFWeek. También sobre su presencia en el calendario oficial de PFW y cómo es vivir y dirigir la etiqueta desde allá.
Contanos de qué se trata el film para BAFWeek, “Amor Verdadero”
Lo filmamos en nuestro showroom en Buenos Aires, en Ugarteche y Libertador. Lamentablemente no estuve, Jose que está allá, fue visitando los talleres donde se hicieron las prendas, armó los looks y coordinó todo con un chico que se llama Franco Derna. Por lo general estamos muy alineados con lo que queremos comunicar y lo que es la marca, aunque a veces me agarraba la cabeza de no poder estar porque me daba inseguridad. Fue un desafío más y la verdad que estamos muy contentos, quedó increíble.
¿Cómo surgió la idea de trabajar con Hernán Corera y Martín Holzman, los directores?
A Hernán me lo presentaron a través del BAF, no nos conocemos en persona todavía. Nos mostraron diferentes directores, con Jose nos encantó lo que él hace y como trabaja con Martín, armamos equipo. Fue un diálogo que por suerte empezó rápido, pudimos arrancar de cero y construir un proyecto juntos. Hernán tiene un mundo creativo que va muy de la mano con lo criollo y argentino, y también tiene una pequeña obsesión con la esgrima criolla que trajo al cuento de una historia de amor.
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¿Y el desarrollo de la colección en qué momento de la cuarentena te encontró?
El diseño estaba bastante avanzado, el armado de moldería y muestras sí fue todo vía Skype y llamadas desde que empezó el confinement, con cada persona del taller trabajando desde su casa. La nueva colección se llama “Eyes on the Prize”, es Verano 2021. La campaña se hizo en un campo en la provincia de Buenos Aires con Jose, Joaco Díaz en styling y Milos Nasio como fotógrafo, con él no habíamos trabajado antes y tampoco lo conozco todavía.
¿De dónde viene la referencia de la cucarda en la colección, tenés algún vínculo de cuando eras chico?
Tengo fines de semana en el campo de niño, pero no tengo una especial afinidad con los caballos. La cucarda sale de la escarapela, que la empezamos a usar como objeto y en prints, ganó volumen en un bordado y se acercó mucho a lo que era la cucarda de los premios para caballos en las sociedades rurales. Fue tomando importancia hasta que en esta colección terminó siendo un recurso central. También en varios modelos de carteras que estamos lanzando ahora, pensadas como monturas para usar en el cuerpo.
Hacés colecciones de mujer pero tus prendas no tienen género, ¿te identificas como una etiqueta genderless?
Sería torpe no hacerlo, porque hoy por hoy lo que me interesa es hacer prendas y generar un universo, y ese universo es genderless, no me gusta la idea de pensar en vestir sólo mujeres. Tenemos piezas que son más masculinas y piezas que son más femeninas, pero nuestro cliente es quien se anime, se divierta y se sienta cómodo llevándolas.
¿Qué lugar ocupa la sostenibilidad en la marca?
Toda marca chica es sostenible. Nosotros por un lado, el 90% de las telas que compramos son de stock, quiere decir que son remanentes de otras marcas como Gucci, Calvin Klein, etcétera, que compramos en Italia y Francia. Son telas que a algunos les sobran y entran en el círculo de reciclarse o tomar otra dirección. Por el otro, no nos gusta para nada usar plástico. Creemos que el cuero, los algodones y las lanas son materiales nobles e increíbles. También nos encantaría acercarnos a hilados más andinos como la alpaca y la vicuña.
Empezaste a vender en Shanghai, ¿qué crees que les atrae de Sadaels?
Al mercado asiático le interesa la singularidad, porque son muchos y están fácilmente uniformados. Por ende, tener una marca como la nuestra es divertido y fresco. Con el encierro nos dimos cuenta de que el mercado asiático se estaba recuperando muy rápido y había una gran oportunidad. Nos invitaron a participar del fashion week y ayer abrimos un showroom.
¿Cómo ves el panorama de la moda con la pandemia?
Es muy difícil darte una opinión desde lejos, pero en Argentina es un momento difícil, no creo que el consumo esté demasiado fomentado y el lujo es un trasto no necesario. En Europa veo un intento de vuelta a la normalidad, pero ahora de repente todo está cerrando nuevamente, así que no sé qué va a pasar. Y en Asia, en cada reunión que hago con ellos el Covid es algo del pasado y los mercados están a full, quieren vender y comprar.
¿Cómo conciliás el modelo de negocio entre Buenos Aires y París?
Hacemos dos colecciones al año. Al tener la tienda en Buenos Aires con modalidad see now, buy now mostramos en Argentina y tenemos que tener stock ya listo para vender. Para el resto del mundo, presentamos muestras y entregamos a los cuatro meses. Así encontramos un balance que nos funciona. El taller principal para muestras está en Buenos Aires, después tenemos producción en Bélgica, un poco en Italia y otro poco en Asia. De acuerdo para quién es, tratamos de que los envíos se hagan desde lo más cerca posible. Y, para cada producto, hay proveedores distintos: lo que es cuero y marroquinería, compramos la materia prima entre Italia y Francia y los talleres italianos son increíbles. También usamos bastante cuero argentino. Me encantaría poder usar todo argentina pero todavía hay algunas cualidades que no llegan al standard.
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Contanos sobre PFW, compartiste el último día de presentaciones con Chanel, Miu Miu, Luis Vuitton, Maison Margiela.
Presentamos otra versión del film. La versión original la vamos a presentar en el BAF. Tuvimos un lugar increíble, fue un privilegio estar al lado de esas marcas. Lo digital tiene eso: con menos recursos que un desfile llegas a muchísimo público y estás ahí compitiendo con las grandes etiquetas. Me encantaría hacer un desfile presencial, que no creo que vaya a desaparecer, así que imagino el futuro como una combinación con algo digital.
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¿Cómo es hacerte un lugar en la industria de la moda de allá?
Te reciben bien si trabajás bien, sos constante y elocuente en cómo te comunicas. Nadie nos recibió con los brazos abiertos ni mucho menos, hay que remarla como en todos lados a diferencia de que acá, al haber tanta competencia, también significa que el mercado es muy grande. Hay lugar para todos pero el lugar no es gratis.
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En la serie de Netflix “Emily in Paris” muestran una versión de los parisinos poco amigable que se está ganando muchas críticas…
Es como en toda ciudad grande, en Buenos Aires la gente tampoco es demasiado amigable, depende con quién te cruces y cómo interactúes. Igual París y Francia post Brexit son mucho más amigables, se siente en todo, hablan más en inglés y en el campo de la tecnología es increíble lo que están haciendo, mudaron Empresas de Londres a París y se está armando un hub increíble.
LB Top Five
Un ícono: Tilda Swinton
Un diseñador: Raf Simons
¿Te gustó su debut como co-director creativo de Prada?
No, no me gustó nada, porque hizo todo lo que sabe hacer bien, pero no me pareció que haya sido una lectura de él hacia Prada. Hay que esperar a la próxima temporada.
Una ciudad: Reikiavik
Una serie: Seinfeld
Un perfume: Black Pepper, de Comme des Garçons