Ayer a medianoche apareció el nuevo disco de Tyler, The Creator con la luna llena en capricornio, porque el mayor G.O.A.T de los raperos lo ameritaba. Escuchamos el séptimo álbum de estudio, CALL ME IF YOU GET LOST, y como buen storyteller, Tyler Okonma nos introduce a su nuevo alter ego, Sir Baudelaire, el padre de la poesía moderna, crítico literario, de arte y pionero en la crítica musical, considerado como un ser inmoral, ofensivo, excesivo en sus gustos e incomprendido. Un romántico oscuro, un poeta fatal, explorador de la belleza en lo “no bello” y totalmente rechazado por sus pares. ¿Es que estamos hablando de Baudelaire o de Tyler, The Creator? Todas estas características las que nuestro artista usa para dejar atrás a Igor, el gracioso personaje trajeado de pelito platinado, para hablar con el corazón en la mano, después de haber ganado el Grammy al mejor álbum de rap el año pasado.
Okonma siente las palmadas en la espalda y los millones en su cuenta y desde ese lugar habla y encuentra su rumbo. Desde el estudio, junto a DJ DRAMA y a través de sus stories de Instagram dijo ayer a medianoche: “¡Años necesitando esto!” Y cuando Tyler, The Creator, a.k.a Igor, Ace, Wolf Haley, Tron Cat o Tyler, the Masturbator, se refería a “esto” quería decir a su propio álbum de Gangsta Grillz. Finalmente lo tiene y nos lleva de viaje una hora por samples jazzeros de los 70, otros del rap de los 90, que aparecen detrás de recortes autobiográficos, historias de amor no correspondido, triángulos de amor bizarros y contradicciones de lo que significa ser afroamericano.
Al igual que IGOR, el Creador nos mete en este trip conceptual que se va desarrollando lentamente, con colaboraciones de Pharrell, Lil Wayne, Frank Ocean, Jaime XX, Domo Genesis y muchos más, con nuevos interludios, al mejor estilo de sus amigos Solange y Frank, con Tyler hablando (“RUNITUP”), Ocean en “LEMONHEAD”, o su madre (“MOMMA TALK”) contando cómo siempre lo defendió a muerte.
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Después de las melodías sentimentales donde el artista multidisciplinario, hace dos años, nos abrió las puertas de su corazón roto para ver qué había dentro, Tyler vuelve al rap puro y duro de Cherry Bomb o Goblin para marcar el camino y mostrarnos por dónde ir, pero esa seguridad no es todo lo que parece…aunque no queremos spoilear mucho más acerca de cómo evoluciona su nueva historia sentimental, hilo clave en esta nueva obra.
Nos encanta que Tyler, The Integrator -nuestro nuevo nickname para él- suma nuevamente canciones sampleadas, esta vez del rap del 94, en “WUSANAME”, con “Back Seat (Wit No Sheets)”, de H Town y “2 cups of blood” (de Gravediggaz), para “LUMBERJACK”. También suma canciones de los 70, como “Slow Hot Wind”, de Penny Goodwin (en “HOT WIND BLOWS”) o “I’m Gonna Love You Just a Little More Babe”, Jimmy Smith, en “MANIFESTO”, su statement respecto a su postura con Black Lives Matter, donde se extiende sobre sus contradicciones como persona y artista y empodera a otros a ser ellos mismos. Su historia personal como afrodescendiente la abre en “MASSA” (término urbano para master, o amo, en español, haciendo referencia al pasado de los afroamericanos como esclavos) sin victimizarse ni sacar la nostalgia pero, al igual que Charles Baudelaire, Tyler se pone oscuro cuando tiene que navegar estos temas. Acá expresa su falta de confianza y dice ni apoyarse ni en Dios, a quien le reza con los ojos abiertos. En “LEMONHEAD” vuelve a este tópico y dice “I don´t lean, but my house do”, doble sentido para explicar que no consume lean (una droga) como lo hacen otros raperos, pero que tampoco se apoya o confía, tal como lo hace su mansión de Los Ángeles, en Ladera Heights, en California.
All igual que todos sus décimas canciones, el track se parte al medio en el minuto 4.54’’ para dejar atrás la prédica azucarada con la melodía de “EARFQUAKE” y continuar el disclaimer amoroso en clave reggae, donde introduce el conflicto de su amor. Entonces, ¿encontró Tyler el rumbo, el destino y seguridad que necesita en su vida o, como dice en “SAFARI”, prefiere estar de gira por todos lados salvo en su casa, por miedo a encontrarse?
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