Celebramos el centenario del nacimiento de una de las lentes más influyentes y polémicas de todos los tiempos.
“Podrías mirar cualquier imagen y decir, ‘Esa es una fotografía de Helmut Newton’, y no hay tantos fotógrafos de los que puedas decir eso” dice Anna Wintour en el último film sobre el ícono de la fotografía que acaba de cumplir 100 años desde su nacimiento.
Helmut Neustädter nació el 31 de octubre de 1920 en Berlín. Hijo único de un matrimonio judío fabricante de botones, la persecución nazi lo obligó a emigrar cuando tenía 18 años. Mientras sus padres embarcaron con destino a Argentina, él partió a Singapur y después a Australia. Ahí conoció a June Browne, su esposa, colaboradora y también fotógrafa bajo el pseudónimo de Alice Springs, nombre tomado prestado de una ciudad australiana. En 1961 se establecieron en París, luego vivirían entre Montecarlo y Los Ángeles, para terminar su vida en 2004 en la ciudad californiana tras estrellar su Cadillac al salir del hotel Chateau Marmont, su lugar de residencia.
LA MUJER HELMUT
El chico que compró su primera cámara a los 12 años comenzó a inundar las páginas de Vogue, Vanity Fair y Harper’s Bazaar en la década del 70 con una fotografía impactante, explícita y elegante. Sus retratos fetichistas de las mujeres lo consagraron a través de series tituladas “Desnudos y vestidos”, “Grandes desnudos” o “Desnudos domésticos”. Y sí, paradójicamente prescindió de la ropa en el negocio de la moda. Su impronta monocromática, efecto al que llamó “luz negra”, también le sirvió para jugar con los géneros, como la famosa imagen de una dama con “Le Smoking” de Yves Saint Laurent en un callejón, prenda que asumía sus riesgos para la época. La carne y el metal constituyeron otro de sus sellos, como en el pollo a punto de ser trozado por manos adornadas con joyas Bvlgari.
Bajo la mirada del siglo XXI, la palabra misoginia se coló varias veces en la apreciación de su trabajo. Incluso la activista y filósofa Susan Sontag se lo dijo tête à tête en la tv francesa. Helmut siempre argumentó amar a las mujeres y, más que nada, a representarlas fuertes y poderosas a través de su lente. Eso sí, si en una foto leen un pie de foto erótico o destilante de sadomasoquismo, es porque “cualquier fotógrafo que diga no ser un voyeur es un idiota o un mentiroso”, tal como asume en el primer documental póstumo que se estrenó en julio, este año. “Helmut Newton: The bad and the beautiful” está dirigido por su amigo Gero von Boehm, quien lo descifra a través de sus musas, es decir, Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Sylvia Gobbel, Nadja Auermann, Charlotte Rampling, Isabella Rossellini, Marianne Faithful y Grace Jones.
La biopic también muestra de cerca la relación del matrimonio Newton, ese tándem inquebrantable en la vida y en el set al que la edición de octubre 2020 de Vogue Italia rindió homenaje. Bajo la consigna “Mi corazón está donde está mi esposa”, Justin y Hailey Bieber honraron el amor entre Helmut y June, en una sesión retratada por Eli Russel Linnetz, con los trajes de látex de YSL.
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En el mismo número, a Hailey se le pregunta si el erotismo de la sesión cumple con el fin Newtoniano de elevar al género femenino. “El significado de estas tomas se traduce en el gesto de un hombre celebrando a su mujer. Justin, mi esposo, se pone al servicio de mi feminidad y la potencia, brindándome una plataforma para sentirme sexy y fuerte. Socialmente, los hombres han estado acechando su pedestal durante demasiados años. Es hora de que todo esto sea subvertido”, responde la modelo. Otra óptica que tomamos en consideración.
EL NUEVO EVANGELIO
“Sumo” es la monografía de Helmut Newton que pesa 35 kg y suma 464 imágenes. Se convirtió en el libro más caro del siglo XX cuando se vendió en una subasta en Berlín por USD 370.000 dólares. Tan extravagante como el artista, Taschen lanzó el viernes pasado “Baby Sumo”, la reedición de la propia June con la mitad del tamaño original.