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DONDA: UN ÁNGEL RODEADO DE SUS PROPIOS DEMONIOS

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Por Cata Greloni Pierri

El rapero errante se confiesa e inmola en un cocktail de bipolaridad, reality fiction, misticismo e identidad dispersa.  

Este domingo, la discográfica Universal lanzó sorpresivamente Donda, el décimo álbum de estudio de Kanye West, en homenaje a su madre fallecida en 2007 y supuestamente sin su consentimiento, que hasta ahora viene siendo el mayor lanzamiento del año con récords de streaming en todas las plataformas posibles. 

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Sin ningún tipo de publicidad más que sus propias estrategias cuasi esquizofrénicas -su candidatura a la presidencia, el divorcio presentado en febrero por Kim Kardashian, su salud mental tambaleándose y tres listening parties previas al lanzamiento-, en las primeras 24 horas de vida, Donda cosechó el mayor nivel de escuchas tanto en Spotify como Apple Music con más de 180 millones de streams y récord mundial como álbum nro. 1 en más de 150 países. 

@kimkardashian

Como no podía ser de otra manera, el lanzamiento viene envuelto en varias polémicas. Para comenzar, Kanye anunció ese mismo domingo en sus redes que la discográfica había lanzado el repertorio sin su aprobación, pero nos suena más a estrategia para salir antes del disco de Drake, Certified Lover Boy, que está anunciado para mañana. 

Portada Donda @applemusic
@kanyewest

Segundo, los colaboradores de la versión extendida de su primer track. En “Jail 2”, se suman a los versos de Jay-Z los cancelados Marilyn Manson -que enfrenta un juicio penal por los cargos de abuso sexual- y DaBaby, a quién dieron de baja de todos los festivales habidos y por haber luego de sus declaraciones homofóbicas en medio de su show en Rolling Loud, en Miami. Estos artistas también estuvieron en la tercera escucha masiva en Chicago, en el estadio Soldier Field, unos días antes del lanzamiento de Donda

 

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En el verso de DaBaby, el artista canta: “Dije solo una cosa que no les gustó y me tiraron al tacho como basura”. Esa “cosita” que dijo fue que los asistentes a su show “mantuvieran sus teléfonos en el aire a menos que tuvieran VIH o fueran homosexuales que tuvieran sexo en los estacionamientos”. No es la primera vez que Kanye juega a ser Jesús, defendiendo a estos parias de la música en la era de la cancelación, pero, otra vez, no se sabe cuánto hay de apoyo real a los artistas o de golpe de efecto.

Por último, Soulja Boy parece haber sido una víctima más de la bipolaridad de Ye y quedó afuera del track “Remote Control”, que incluye a Kid Cudi y Young Thug. Re despechado, Soulja subió a Twitter los chats con Kanye con los archivos de audio de la canción y las respuestas de Ye, que al parecer ya no son más homies ni bros. Otro de los seducidos y abandonados fue Chris Brown, a quien le cortaron el verso en “New Again”, aparece solamente coreando el estribillo con Ye y también se quejó en redes.

El jueves pasado, en la tercera y última fecha de escucha de Donda, mandó a construir en el estadio Soldier Field, en Chicago, una réplica de la casa de su infancia como si fuera una pequeña capilla cristiana, desde donde le dio play al álbum y apareció rodeado de sus colaboradores. Pero esto no fue todo. Para el final del show y en una especie de reality fiction a la que Kimye nos tiene acostumbrados, apareció Kim Kardashian vestida de novia, by Balenciaga -quien además está a cargo de todo el merch de Donda– recreando el momento de su matrimonio, meses después de que la celebrity haya presentado los papeles del divorcio bajo la compañía del órgano de “No Child Left Behind”

 

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En “Jesus Lord”, uno de los temas más llamativos y largos del disco, West dice que es difícil ser “un ángel rodeado de tantos demonios”, tras un año difícil en el aspecto personal para el cantante. La redención y el toque virginal de Kardashian en Chicago llegó justo antes de arder en el fuego, él y su casa, a modo de ¿redención y expiación de sus pecados? ¿resurrección del Ave Fénix? ¿entrega absoluta al Señor? Todas las interpretaciones son posibles ante la locura y genialidad, pero el switch entre una y otra cada vez salta más fácil. Kanye se transformó en una térmica inestable, una bomba de tiempo que nadie sabe cuándo va a estallar.

 

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El artista que definió con su discografía el sonido de esta nueva generación de raperos ahora se mueve entre el work in progress, la instalación y performance y parece ser más importante la forma de su álbum que el contenido, y esto se refuerza en el interludio de apertura del álbum donde se escucha a la actriz Syleena Johnson repetir hasta el cansancio el nombre de la madre de Kanye, entre ritmo y repetición, hasta que su significado se desintegra en el éter. 

En un disco tan errante e inexpugnable como la salud mental del artista, de 27 canciones que duran más de 100 minutos, Kanye va y viene en Donda entre el gospel, trap, drill y sus reconocibles 808, y se pasea entre la humildad de la religión, las confesiones a su ex y tributos a su madre, alternando melancolía y la megalomanía. Además mete samples de “Doo-Woop”, de Lauryn Hill para “Believe What I Say”, en su versión más bailable, y “Heaven and Hell” (1975), de 20th Century Steel Band, para el tema homónimo. Además, para “Remote Control” suma la voz de “The Globglogabgalab”, de la película animada Strawinsky and the Mysterious House. Se ven los haces de luz de lo que en su momento fue pura distorsión, vanguardia y genialidad, pero ahora lavados, un toque pasados de fecha y con los patos desalineados. 

El disco es una masa desigual de canciones con un colectivo lleno de artistas talentosos como Jay-Z, The Weeknd (en “Hurricane”), Travis Scott, Pusha T, Lil Baby, Young Thug, Don Toliver (“Moon”), Playboi Carti, Jay Electronica, Pop Smoke, Roddy Rich. Todos machos, salvo por la cantante de dancehall, Shenseea, que aparece en “Pure Souls”. Nos preguntamos también dónde quedó la collab con 070 Shake, que estaba anunciada en las redes de Ye hace unas semanas. Otra de las seducidas y abandonadas. 

@applemusic

Entre otras de las polémicas alrededor del disco está la relación Drake vs. Kanye, antes tan amigos. Hace dos semanas se vienen tirando con muertos de quién lanza el disco antes y hasta se especuló con que ambos lo lanzaran mañana. “Junya” (Watanabe, ex aprendiz de Rei Kawakubo, la creativa detrás de Comme des Garcons) es el track que tiene mayor conexión con la moda y ahí Ye aprovecha para tirarle a Drake con todo: Apártate del camino de mi liberación / ¿Por qué los perdedores no pueden perder nunca en paz?. También le tira diss en “Pure Souls”  y “Ok Ok”

Aún cuando en el décimo disco de estudio de Kanye West prime más la forma que el contenido, la obra rompe todos los récords de escucha ¿Es este un signo de los tiempos? ¿Esperamos más el impacto o la polémica del artista que su arte y evolución? Con tan poca presencia femenina en el disco y colaboración y apoyo a artistas polémicos y disolutos, no se entiende muy bien cómo este álbum funciona como tributo a su madre, Donda West, pero hey, estamos en el universo de Kanye. Ya nada es ni tan excelso ni tan claro en él. Controvertido seguro, pero sin sustancia. Grandilocuente también, pero sin foco, caótico, vanidoso y redundante. Como diría él mismo hace dos discos, en The Life of Pablo parodiándose a sí mismo, “I miss the old Kanye”

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