Por Juana Dufour
En Le Banana seguimos con la cobertura de Buenos Aires Fashion Week, la semana de la moda más importante de Argentina que hoy llega a su fin. Repasá el anteúltimo día de esta edición donde se presentaron las nuevas temporadas de Heidi Clair, Sadaels y Bolivia.
Bajo el sol del mediodía, Heidi Clair inauguró las pasarelas del jueves en el jardín de Casa Cavia. “Choices” es el título de la nueva cápsula, que se caracterizó por una paleta en tonos crema y negro con acentos en verde musgo. Se vió una gran variedad de tipologías: sweaters, pantalones rectos, camperas biker hasta chalecos con hombreras y corsets en materiales abrigados como el cuero, o denim. El estilismo de la presentación se complementó con guantes de cuero largos hasta el codo, gorros ushanka y cinturones con hebillas grandes.
El recorrido porteño continuó en la Estación Central de La Rural con una puesta 100% argenta por parte de Sadaels, una de las citas más esperadas de cada edición.
Primero, los invitados recibieron un boleto con destino a la parada Sadaels y aguardaron en un deck de madera. Luego aparecieron cinco colectivos antiguos de las líneas 12, 39, 43, 59 y 64. El público, muy intrigado, subió al transporte más que listo para iniciar el recorrido. La música de cumbia empezó a sonar, los motores se pusieron en marcha y los modelos empezaron a ir de bondi en bondi mostrando los looks de la temporada.
Aparecieron prendas de cuero, látex y seda entre los pasillos del colectivo. Negro, crema, rosa y rojo fueron parte de la paleta, en tops con asimetrías, pecheras de cuero, bodies de cuello elevado con volados y minifaldas peludas. Una de las prendas que más llamó la atención fue un conjunto sastrero rojo complementado con un cinturón negro fino del cual colgaban tres monederos a modo de boleadoras, mientras que el icónico caballo de Sadaels se reinventó en pezoneras y carteras. Tras finalizar el recorrido, se invitó a los presentes a disfrutar de un choripan -había opción veggie también-. Un verdadero tributo a la argentinidad.
La noche cayó con Bolivia en el Castillo de Villa Crespo. El espacio, invadido por una luz roja y penetrante, invitaba a los espectadores a pasar y sentarse a lo largo de un pasillo. Allí se dio inicio a “Gualicho”, una colección inspirada en lo esotérico y mágico de nuestras creencias populares. Sobre la pasarela vibraron tonos llamativos como el amarillo, el rojo y el azul en diferentes piezas desde tapados y pantalones hasta vestidos largos streetwear. Polleras asimétricas, pilotos de lluvia a la cintura y chaquetas de cuero también pasaron en tonos más neutros como el negro y el beige, al ritmo de “Mc Fly”, de Ca7riel.
El estilismo de los looks contó con prendas que repetían el mismo estampado desde la cabeza hasta los pies incluyendo prints orgánicos y pilusos, bufandas y pantalones en tartán. Mientras que algunos modelos caminaron con estatuillas que hacían referencia a algún santo pagano como el Gauchito Gil o San la Muerte, un espectacular tapado peludo con franjas multicolor fue el elegido para cerrar el show.