Conocé cuatro firmas de swimwear de la región, emergentes y amigables con el planeta
Provenientes de Argentina, Uruguay y Colombia, utilizan materiales ecológicos y biodegradables que ayudan a la economía circular y preservación de los océanos, con éticas de trabajo sostenibles, que contribuyen al comercio justo y apuntan a un estilo de vida zero waste. En Le Banana conversamos con las marcas que tienen tu próximo traje de baño clean.
eLEMENTAL
Nous Etudions es la etiqueta pionera en moda ética, consciente y responsable de Argentina. Los bañadores de una y dos piezas de su línea permanente de esenciales, eLEMENTAL, “Están fabricados con símil neoprene de Texcom -compañía responsable local- y descartes textiles de empresas nacionales. Siempre buscamos el menor impacto posible”, cuenta la diseñadora, Romina Cardillo. Absorbentes en cuanto al agua y duraderos en su uso, para lograr el calce perfecto, los confecciona un especialista en sastrería: “Domingo nos acompaña desde hace muchísimos años y se involucra, sabe hacer ahorro de stock y de tizada”, agrega. Los diseños minimal en negro, tierra o una paleta pop que incluye rosa, lila y naranja estridente se pueden combinar con guantes a tono, que van desde la muñeca al codo e incluyen un bolsillo con fuelle y cierre para guardar lo necesario. ¿Y si el verano de eLEMENTAL tuviera una playlist? “No puede faltar Marruecos, de Lara 91k”, concluye la directora creativa y finalista del prestigioso LVMH Prize.
KAWELA
“El cliente Kawela es empático con la naturaleza, aventurero y consciente de que el cambio es necesario y se hace entre todos,”, cuentan Agus y Vicky, la pareja detrás de Kawela. Su colección de bikinis es de ECONYL, la exclusiva fibra de nylon regenerado a partir de alfombras en desuso, redes de pesca y otros residuos en el océano. Para los trajes de baño de hombre, utilizan un textil blanco derivado de botellas de plástico recicladas, que estampan con sus propios prints. Kawela también cuenta con una línea de remeras y sandalias. En las primeras incorporan algodón orgánico y cáñamo, un textil biodegradable, y en las segundas, Piñatex, un cuero que se realiza con las fibras de los descartes de la cosecha de ananá. La producción se concentra en Buenos Aires, con talleres familiares y chicos evitando la sobreproducción. Mientras que los textiles son todos importados: “Con ECONYL tuvimos que firmar un contrato para utilizar y comercializar su fibra. El PET reciclado es más fácil de conseguir en Colombia. Piñatex se realiza en Filipinas, pero lo traemos desde su base central en Londres. El cáñamo y el algodón orgánico los compramos a través de @staytrueorganic, donde compramos los hilados que luego se tejen en Buenos Aires”, agrega la diseñadora textil y co-fundadora.
ISLA DE LOBOS
Comparte el nombre con la pequeña isla ubicada al sureste de Punta del Este, Uruguay. Es un tributo de la fundadora, Sofía Curi, a las playas donde creció. La diseñadora argentina se formó en Londres, en la reconocida Central Saint Martins, y después de más de una década en el exterior, volvió a instalarse en Latinoamérica. “Por un lado, el nacimiento de mi primera hija me provocó un cambio de conciencia ligado a la sostenibilidad y al mundo que les estamos dejando a las próximas generaciones. A esto se le sumó que en Argentina no encontraba trajes de baño de buena calidad y con buenas terminaciones. Así fue como, poco a poco, empezamos a hacer prendas con tejidos y packaging sostenibles y de buena calidad”, cuenta sobre los diseños minimalistas y sofisticados que llevan nombres de supermodelos de los 90 como Crawford (Cindy), Bruni (Carla) y Evangelista (Linda). Con el objetivo de ser 100% sostenibles y generar cero desperdicio, sus telas provienen de materias primas recicladas o de proveedores líderes mundiales en prácticas sostenibles; más de la mitad son materias primas recicladas post-consumo, como redes y botellas de plásticos. Le dan la misma importancia a la transparencia en la confección, la economía de diseño que practican como recicladoras al extremo y a la forma en que las clientas se conectan con la marca. “Las #ChicasConLobos son rebeldes y responsables, son mujeres que les gusta vestirse y verse bien pero no quieren que sea el planeta el que pague el precio”, dice la creadora de IDL.
@helenacuesta
VERDELIMÓN
En 2016, la diseñadora Silvia de Brigard notó que en Colombia no existía una marca de swimwear de gran calidad, diseño innovador y 100% de producción nacional. Persiguiendo esas cualidades nació Verdelimón, con una amplia variedad de tipologías con volados, cortes retro o estampados de la flora, fauna y paisajes caribeños. La confección está a cargo de un grupo de mujeres artesanas que en su mayoría son sostén de familia y trabajan desde sus propios talleres. “Muchas de ellas se encuentran en situaciones de desigualdad, así que brindarles un empleo estable donde también pudieran tener el control de sus tiempos e ingresos era algo primordial”, resalta Laura Rojas, manager en ventas. Verdelimón utiliza como base un textil que se desarrolla localmente a partir del reciclaje de las botellas plásticas, tiene protección de rayos UV y buen fit. Además, todos sus proveedores son locales para minimizar la huella de carbono y trabajan con fundaciones para la preservación de las especies. “En la colección LaMar, por ejemplo, nos asociamos con la fundación colombiana Tortugas del mar. Desarrollamos cartillas didácticas para que los niños pudieran identificar las diferentes especies de tortugas que tiene nuestro país y cómo cuidarlas”, explica Laura desde Bogotá.
Foto portada: Gala González por Isla de Lobos