Por Juana Dufour
Hay colaboraciones que se planean. Y otras que simplemente suceden, como un choque eléctrico en el aire. BERSHKA x CA7RIEL & Paco Amoroso no busca complacer: viene a agitar. Esta cápsula no responde a tendencias, las descompone y las remezcla como si fueran samples. ¿Resultado? Una cápsula que convierte la música en moda, y el caos creativo en una estética propia.
La colección captura el vértigo de un universo donde nada es literal y todo tiene intención. El dúo argentino traslada su imaginario sonoro y visual a una línea que no teme al exceso: tops ceñidos, pantalones acampanados que dibujan siluetas teatrales, camisetas gráficas que remiten a raves noventeras o a carátulas de VHS de culto. Cada prenda funciona como una escena, como un fragmento de videoclip.
El dúo argentino —ese que hizo del exceso una estética y de la vulnerabilidad un arma— traduce su universo visual en prendas que se sienten como pistas inéditas: familiares, pero extrañas. Tops que brillan como sintetizadores, pantalones que podrían haber sido usados por un cyborg en 1998, camisetas que parecen sacadas de un sueño febril entre rave y videoclip.
Todo tiene guiños para quien sabe mirar. PAPOTA no es solo un EP, es un mantra. Sus rostros ilustrados no son branding: son íconos de una nueva espiritualidad pop.
Filmada bajo la mirada de Martín Piroyansky y con dirección creativa de Terrivle, la campaña suma capas de lectura como un buen track experimental. Irónica, emotiva, ruidosa, precisa.
Esto no es solo moda. Es un manifiesto textil.