Antes del estreno de la historia del director creativo de Balmain, su filmmaker conversa de todo con Le Banana desde la capital francesa.
Anissa Bonnefont es directora de cine y guionista y nunca pensó en hacer un documental. La mañana que conoció al nuevo dueño de la casa de su mamá, Olivier Rousteing, eso cambió. Con historias de vida similares y un acuerdo tácito de confianza, documentaron la búsqueda de los padres biológicos del diseñador. El resultado se titula Wonder Boy y tuvo su premiere original en 2019: “Tuvimos que esperar los derechos de explotación en Francia para que Netflix pudiera ponerlo en su plataforma. Eso fue simplemente tan aburrido”, cuenta a días del esperado lanzamiento mundial a través del gigante del streaming.
Esta cineasta estudió actuación en Nueva York, donde dio sus primeros pasos frente a las cámaras. Luego se dio cuenta que no estaba tan contenta con lo que hacía y, ya que escribía guiones, comenzó a dirigirlos ella misma, y así encontró su pasión. “Pero a veces, para algunas películas de mis amigos o mi ex marido (el director Andrea Di Stefano), hago una pequeña participación; tiene que ser algo específico”, comenta desde el otro lado de la pantalla, con una blusa floreada y un pie en el verano parisino. Gira la cámara para presentar a su editor, que la acompaña, y comenzamos a hablar sobre el chico maravilla.
¿Es cierto que conociste a Olivier cuando tu mamá le vendió su casa?
Así es. En ese momento yo vivía en Los Ángeles y volví a París por tres días. Una mañana estaba en la casa de mi mamá y llegó Olivier. Yo soy una niña abandonada por mi padre. Cuando tenía 21 años lo busqué y lo encontré. Hablé con él sobre eso, le pregunté si buscó su origen, si trató de encontrar a sus padres biológicos y me respondió: “Lo intenté, pero no tenía ganas de hacerlo. Tenía 16 años y sentía miedo, así que no lo hice”. Fue una charla muy íntima. “Tu historia es como un cuento de hadas, ¿nadie te propuso hacer un documental?. Porque hay varios documentales de moda, pero tu historia es más fuerte”, le pregunté. Y ahí empezó todo.
¿Entonces la idea surgió en ese mismo momento?
Sí, muy rápidamente. Es curioso, porque Olivier no está acostumbrado a que la gente le hable de cosas normales. Todo el mundo siempre le habla sobre su trabajo, que es bastante admirable, pero a mí la moda no me importaba realmente, lo que más me interesaba era su historia, el humano detrás. Creo que por eso nos conectamos muy fuerte y rápidamente.
¿Cómo fueron esos dos años de filmación?
Fue increíble. Entrar en la vida de alguien, al principio, me daba un poco de miedo, porque no sabía si iba a funcionar, si iba a conseguir lo que buscaba, teníamos que habituarnos el uno al otro. Fue aterrador y al mismo tiempo encantador, muy emocionante. Cuando empezamos a conocernos y a vivir realmente algunos momentos juntos, entonces adoré mi vida con Olivier.
¿Tuviste algún obstáculo durante ese tiempo tan largo?
Al principio me preocupaba que siempre tuviera puesta la máscara de “Olivier, el diseñador de moda y bla, bla, bla”, y no me diera su intimidad. Él tiene una imagen muy precisa que construyó alrededor de Balmain y es maravillosa, pero yo quería hacer lo opuesto, obtener el alma de este hombre. Esa fue mi apuesta. Y después de seis o siete semanas, comencé a ver que él realmente estaba haciendo que la máscara se cayera y que íbamos a tener un viaje increíble juntos.
En el tráiler habla de la soledad, y esa parte suya no es conocida.
Eso es lo primero que me conmovió y me llamó la atención. Cuando trabaja, y en todo lo que vemos en sus redes sociales, hay ruido, gente alrededor y todas las celebridades. Luego, cuando comencé a filmarlo en la intimidad de su casa, todo es muy tranquilo y el silencio es incluso bastante opresivo. Ahí comprendí que la película iba a tratar sobre eso, sobre la soledad que siente en su vida y la locura en su trabajo. Es muy interesante, porque ambas lo hacen quien es.
¿Eran conscientes de que podían no llegar a encontrar los resultados esperados?
Por supuesto, fue una gran apuesta para crecer. En Francia existe una ley, que ahora mismo están tratando de revisar, donde los padres abandonan a sus hijos y no dejan ningún dato. Es exactamente lo que le pasó a Olivier. Pensé que tal vez no encontraríamos nada, pero el viaje en sí era interesante, incluso para mostrarle a los demás niños en Francia que se encuentran en la misma situación, cómo trabajar en ello, para que puedan salir y buscar a sus padres. Entonces sí, claro que lo sabía. Eso es lo que pasa con los documentales, tenés una idea y esperás llegar a cierto punto, pero luego la vida se mete en el medio, toma diferentes direcciones y hay que construir alrededor. Para los que no vieron la película, no voy a contar lo que pasó, pero descubrimos algunas cosas muy conmovedoras. Me gustaría que ustedes mismos descubrieran el resto.
¿Dirías que Olivier es una persona diferente después del documental?
La búsqueda en la película le permitió descubrir por qué tiene el color de piel que tiene y de dónde viene. Para él era una cuestión tan importante en su vida que lo hizo más fuerte como ser humano, porque es más consciente de quién es. En la película lo dice: “Cuanto más sé a dónde quiero ir, más necesito saber de dónde vengo”. Incluso en su trabajo siempre fue muy libre, pero de alguna manera ahora va aún más lejos en sus creaciones. Lo ayudó a abrirse, pero todavía tiene que seguir creciendo, como lo hacemos todos.
¿Qué es lo que más te inspira de él?
Tiene mucho instinto para las personas y las cosas. También estoy muy impresionada por la fuerza de sus trabajos, realmente trabaja mucho y lo que sea que decide hacer, lo logra. Cuando estaba filmando pensaba, si en lugar de trabajar en la moda, hubiera querido convertirse en presidente, lo habría conseguido. Su mentalidad es tan fuerte que obtendría lo que necesita y lo que quiere. Honestamente, también me sorprendió la confianza que me dio. No es fácil dejar entrar a un extraño en tu vida, renunciar a tu intimidad y compartirla. Eso es algo que se quedará en mi corazón para siempre, creo que es un gran regalo que me dio.
¿Cómo decidiste el título de la película?
Un Chico Prodigio es alguien que tiene una vida que de alguna manera no se suponía que tuviera con su crianza. Olivier era un niño abandonado y sin saber de dónde venía, fue adoptado por una familia muy cariñosa, pero no muy adinerada y muy simple de Francia. Y él creó un imperio. Para mí era obvio que el título era Wonder Boy, porque es exactamente lo que es.
Si pudieras describir la película con tres palabras, ¿cuáles serían?
Tierna, porque es una película con mucha ternura. Atrevida, porque Olivier es así, y no fue fácil emprender este viaje y aceptar ser filmado. Y moderna. Siento que es muy contemporánea en nuestra generación.
Antes dijiste que la moda en realidad no te importaba, ¿eso cambió después de la película?
Fui muy afortunada de que Olivier me vistiera, tengo muchos vestidos hermosos de Balmain. Así que por supuesto, de alguna manera eso cambió. Adoro poder usar su ropa, porque cuando lo hago es como si estuviera entrando en un personaje, es algo tan poderoso. Me da otra forma de caminar, de sostenerme.
El Balmain Army.
Exactamente. Me encanta la experiencia de llevar su ropa. Pude ver el enorme trabajo de él y de todo su equipo en Balmain y es extraordinario. Comencé a tener tanto cariño y respeto por lo que hacen, que mi ojo ahora es diferente. De hecho, seré parte de un jurado en un festival de cine y Balmain me vestirá, no puedo esperar (risas).
¿Cuáles son tus principales influencias como cineasta?
Soy una gran fanática del cine italiano de posguerra, realmente desearía haber sido parte de las películas de Federico Fellini, Vittorio De Sica, Ettore Scola. También adoro a un director más contemporáneo que es Paul Thomas Anderson. Cuando era chica amaba la película “La Novicia Rebelde” y el universo de Tim Burton, un director que me hizo soñar con el cine.
¿Hay algún director latinoamericano que sigas?
Por supuesto, estoy loca por Iñarritu (Alejandro González), creo que es uno de los cineastas más talentosos del mundo.
Contanos sobre tu próximo proyecto.
Estoy trabajando en un nuevo documental sobre una increíble joven que se llama Nadia Nadim y es futbolista del PSG. Es refugiada de Afganistán, cuando tenía diez años su padre fue asesinado por los talibanes y tuvo que escapar. Creo que tiene un bonito efecto espejo con Olivier, ambos tienen un comienzo similar en la vida y luego se convierten en estrellas en sus profesiones. También estoy preparando una ficción, adapté un libro francés a una película y actuará la actriz española Rossy De Palma. Son hermosos proyectos que adoro.
LB Top Five
Una película: Amadeus, de Miloš Forman. Tiene toda la fantasía con la que podés soñar, me encanta la narración de la película y el vestuario. Cuando estudiaba actuación en Nueva York y estaba triste y extrañaba mi casa, la veía y me hacía sentir mejor.
Un libro: “Martin Eden”, de Jack London
Un hotel: L’Hotel, en la sexta área de París, Francia.
Un café en París: Le Flore en l’Île
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Un perfume: El de Diptyque que tiene flores de naranja
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