Por Josefina Martínez
Si en las escuelas belgas florece la vanguardia, Alphonse Maitrepierre es uno de sus últimos retoños. Vogue describe a sus diseños como alienígenas, mientras él se ubica a sí mismo entre la alta costura y el prêt-à-porter: “es el impulso de algo muy antiguo y clásico y algo nuevo, digital y muy moderno”.
Alphonse tiene 24 años y nació en Montpellier, en Francia. Cuando se graduó en Arquitectura y Artes Visuales en La Cambre, entró como pasante en Jean Paul Gaultier y pronto se convirtió en asistente. Después vendrían las consultorías para ACNE y Chanel. Desde el año pasado tiene etiqueta propia y sede en París y este será solo el comienzo.
Su estética futurista abraza lo vintage y la mano de obra artesanal y francesa, que se ocupa del cuero y los accesorios, sus imprescindibles. Las siluetas son indefinidas: por deconstrucción, volumen y juegos de textura logran el carácter genderless.
A la par, Alphonse experimenta con materiales alternativos, como el plástico y plexiglás y predica el upcycling. Reutiliza encaje, seda y cuero descartados por casas de lujo y les da una nueva vida, lejos del clasicismo. Esto se lo debe a sus musas de la película Grey Gardens; las excéntricas familiares de Jackie O vivían aisladas en el campo y reciclaban su ropa. El cine es una gran fuente de inspiración para este diseñador, que también es vestuarista y actor.
El Paris Fashion Week de septiembre espera la tercera colección de Maitrepierre, a pura nostalgia y tecnología, mezcla compleja y bien lograda a la que la industria le augura un gran futuro.