Por Josefina Martínez
Entrevistamos a la banda cordobesa antes de su primer show presencial post pandemia, mientras emprende la transformación a través de un nuevo álbum.
“Ni siquiera sabíamos qué estábamos haciendo, sólo teníamos dos canciones”, cuentan Hernán Ortiz y Nahuel Barbero sobre sus inicios, allá por 2008, cuando un amigo les armó el primer concierto y la banda no tenía ni nombre, sólo sabían que querían una palabra en femenino. Así, medio al azar y sin pensarlo demasiado surgió Hipnótica, que terminó denotando ese estilo electrónico que te subyuga, más digital, y menos cancionero de sus inicios.
Hoy, el dúo de Río Tercero que suena a pop, soft rock e indie y reside en Córdoba Capital le cuenta a Le Banana sobre el nuevo proyecto que lanzarán a mitad de año, que ya tiene dos sencillos editados y contará “idealmente con tres o cuatro feats”, y cómo se preparan para subir al escenario después de 14 meses.
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¿Cómo se preparan para el show del próximo 6 de febrero?
Hernán: Estamos muy emocionados y laburando un montón para suplir este año y pico de estar fuera del ruedo por la pandemia. Vamos por el caminito de ir develando el nuevo álbum, porque tuvimos el primer lanzamiento que fue “Algo”, que salió en octubre, luego “Humedad”, en diciembre y no las tocamos nunca en vivo. También la banda es nueva, la lista de temas es absolutamente nueva.
¿Qué medidas anti Covid implementaron?
Nahuel: Como es en Studio Theater, un lugar cerrado pero muy grande, está reducido a una capacidad muy chica, dividida por islas que son a su vez mesas, respetando la distancia y todo el resto de las cuestiones protocolares que se están llevando a cabo hoy en los shows. Las respetamos a full por la seguridad de todos y porque es el único modo de seguir adelante.
En alguna oportunidad contaron que no les gusta mucho dar shows virtuales…
H: Tampoco es que somos enemigos, simplemente no los preferimos. A nivel técnico son muy complejos, siempre hay algún desfase o algo en la filmación, la calidad; hay demasiados factores que intervienen entre lo que sucede, nosotros tocando y el receptor. Tuvimos una experiencia virtual en el festi Banda Invitada, en un estudio de grabación y hace poco grabamos algo que va a salir en televisión. Es rarísimo terminar de tocar y que te aplaudan los cámaras nada más. Es difícil de asimilar. Para mí el vivo es irremplazable, el público es un factor muy protagonista de los conciertos y si no está, no se genera la magia.
N: La sensación y la energía de tocar en vivo no se encuentra en otro lugar de la vida, es única y no es solamente la hora de show, sino también todo lo que pasa antes y después, apenas te bajás del escenario. Por lo menos para nosotros, por streaming eso no se genera y no se justifica tanto el hecho de dar un espectáculo de esa manera.
¿Cómo es seguir haciendo música juntos después de 12 años?
H: Yo creo que es una relación familiar ya, ese nivel superior en el cual hay simbiosis. A lo largo del tiempo el dúo es lo único inamovible, fuimos pasando por formatos más electrónicos, en el último período tuvimos una banda con cinco músicos más, también hemos tocados nosotros dos solos con máquinas, acústico. Hoy estamos en una nueva transformación y hay sólo dos músicos que nos acompañan pero que valen por miles (risas).
N: La verdad es que se da muy natural. Sinceramente me había olvidado que hace tanto tiempo que tocamos juntos, pero no es algo que me pese. Siempre Hipnótica es 50% y 50% en un montón de formas distintas, hubo años en que alguno de los dos estaba más prolífico con las composiciones, con la producción, con la inspiración. Hay momentos y etapas de la vida donde realmente podemos compartir mucho más tiempo físico o viajar juntos. En el último tiempo las composiciones han sido más a la distancia, de ir compartiéndonos cosas una vez cada tanto, mostrarnos lo que hay, opinar sobre el trabajo del otro y que se siga desarrollando, volver a enviarnos material. Siempre de forma muy fluida, nos vamos apoyando para que la cosa camine.
¿En qué se diferencia el proyecto nuevo del anterior?
N: En el último disco, Clásico, estábamos buscando una sonoridad lo más orgánica posible y despojada. Muchos instrumentos orgánicos, las voces en un plano principal, una música que se pudiera interpretar con una banda de pop/rock clásico de teclas, guitarra, batería y bajo. Este disco, desde el arranque tiene un viaje totalmente distinto que tiene que ver mucho más con el pop moderno y actual, animándonos a tocar algunos ritmos distintos. En la composición también, buscamos nuevas formas, así que desde la concepción son dos obras muy diferentes.
H: Lo nuevo tiene algo súper ecléctico. Si bien hay una “modernización” o actualización a ritmos que se escuchan hoy en día, hay muchos géneros, productores diferentes y eso le da diferentes colores y matices, y confiamos en el elemento aglutinante de todo que son nuestras voces.
¿Cuáles son esos nuevos géneros que vamos a escuchar?
H: “Humedad”, por ejemplo, es un R&B, jugamos a la música negra que amamos con todo nuestro ser. Hay bastante de eso, un coqueteo con el folclore desde una visión muy Hipnótica, también pop más contundente, más mainstream. Estamos explorando en el espacio.
N: Hay cositas más difíciles de ponerle nombre como género pero más alocadas, producciones bastante arriesgadas si las comparamos con Clásico.
Recibieron dos nominaciones en los últimos premios Gardel (Mejor Artista Nuevo y Mejor álbum Pop). ¿Lo sienten como un aval por parte de la industria para empezar a tomar estos riesgos?
H: Está buenísimo el reconocimiento de la industria y demás, pero no nos condiciona. Sinceramente, es una búsqueda para nosotros, estamos tratando de, primero, ser felices y después transmitir esa sensación. No lo quiero minimizar, porque después voy hacer una historia llorando porque me nominaron a un premio…
N: El momento en el que llega es un combustible que está bueno, pero nunca hicimos la música pensando en las nominaciones como un objetivo principal. Siempre nos dimos la libertad y un poquito la obligación de estar constantemente saliendo de la zona de confort, para no repetirnos y para que no nos parezca que hace 12 años que estamos tocando, sino que nos parece que estamos haciendo el primer disco de nuestras vidas y lo vivimos con ese entusiasmo y sin presión.
¿Cómo resumirían sus principales influencias musicales?
N: Es difícil, somos muy melómanos y hay mucha música muy diferente que nos atraviesa y que quizás no se ve tan reflejada en la que nosotros hacemos. Referencias nacionales: Spinetta, Cerati, Fito Paéz, y de afuera Frank Ocean, Bon Iver, The Strokes, The Beatles, Phoenix.
H: Y todo en una licuadora con Mercedes Sosa.
N: Con algo de tango, jazz. También nos gusta el reggaetón que suena en la radio, Coldplay, Bad Bunny, Rosalía y el domingo a la mañana te pongo un disco de Aca Seca Trío y me sé todos los temas. Somos muy desprejuiciados, tanto en lo que consumimos como en lo que hemos ido proponiendo musicalmente.
H: La música popular es algo que engloba todo eso. El otro día escuché un podcast con Juliana Gattas, que es amiga nuestra, y contó una cosa que le había dicho un profe: “mientras más cosas te gusten mejor para vos”. Yo dije qué loco, cómo no me dijeron eso de una cuando era pibito. Cuando tenga un hijo se lo voy a decir.
Pienso en artistas cordobeses como Juan Ingaramo y Zoe Gotusso que se mudaron a Buenos Aires, ¿en algún momento lo consideraron?
H: Todo el tiempo estuvo esa idea, de hecho yo viví un tiempo allá. Hace un año y medio que tenemos un monoambiente en Capital que usamos de búnker y con la idea de estar mitad y mitad del año.
N: Hay muchas cuestiones que nos demandan estar allá. A fin de mes tenemos que grabar el videoclip del nuevo single, que lo produjimos con Mariano Otero y Benja López Barrio en Buenos Aires y tiene un feat con una persona que vive allá.
¿Qué más nos pueden adelantar del próximo single?
H: Es un feat con una chica muy talentosa…y el video lo vamos a hacer con el colectivo de directores La Casa del Al Lado.
N: Grabamos con Sergio Verdinelli, que para nosotros es un batero sagrado, el niño que fui, que escuchaba Spinetta jamás hubiese pensado que Sergio iba a grabar una música nuestra con tanto amor. Lo mismo con Leo Genovese, que grabó teclas desde Nueva York y Mariano Otero que grabó el bajo y estuvo en la produ. Fue un aprendizaje increíble, un goce terrible y una libertad que quizás en los primeros años Hipnótica no era tan así. Con el tiempo aprendimos que abrir el juego y nutrirnos de otros músicos y productores le hace muy bien a nuestra música.
H: Abrirse a la perspectiva de otros artistas hace que la cosa crezca, estamos en esa.
¿Como Nico Cotton y Elefante Diamante, productor y director de Humedad?
N: Exacto. Con Nico fue nuestro debut en el mundo de los productores mainstream (risas). Nosotros ya anhelábamos trabajar con él por el trabajo que había hecho sobre todo con Juan Ingaramo de quien somos muy amigos y muy fans a la vez.
H: Iván (@elefantediamante) es como nuestro hermano, nos conocemos hace muchos años y es una persona en la que confiamos plenamente. Vamos a seguir trabajando la estética, pero no exclusivamente con él. Van a haber diversos artistas que van a intervenir, por ejemplo, tenemos ganas de que el disco salga con una pieza visual para escuchar el full album.
¿Qué importancia le dan a la moda?
N: Siempre nos divirtió mucho la ropa y en este último tiempo estamos dándole más bola que antes. La novia de Hernán (@guadalupevarelam) es diseñadora entonces contamos con su apoyo. Es parte de la obra y de lo que uno es como artista arriba de un escenario, en un videoclip. Nos divierte lookearnos, para “Clásico” trabajamos con una marca cordobesa que se llama Sabor a calle e hicimos unos diseños especiales para el show en vivo, fuimos a buscar las telas nosotros.
H: Es parte de lo que estamos comunicando, así que es súper necesario que no sea algo al azar. Ahora estamos con el foco más encima, pero incluso cuando no teníamos ni idea, por lo menos le llevábamos pilchas a los músicos (risas).
LB Top Five
Hernán
Una ciudad: Capital Federal, Buenos Aires
Un ícono: Frank Ocean
Una canción: “Te soñé”, de Vicente García
Una peli/ serie: Succession, de HBO
Una golosina: chupetines de sandía importados
Nahuel
Una ciudad: Córdoba Capital
Un ícono: el Flaco Spinetta
Una canción: “Willing and Able”, de Disclosure
Una peli/serie: Parasite
Una golosina: Kinder Bueno blanco