El icónico diseñador sorprende con un nuevo integrante en la familia MJ. En esta nota, les contamos de qué se trata esta oda al pop, la psicodelia, el underground de los 90 y la polisexualidad en la que viene trabajando desde hace un año.
Visualicemos a Katie Grand sosteniendo un teddy bear de dos cabezas. La imagen de la estilista y musa del diseñador -cuya despedida de Love Magazine la semana pasada -después de 11 años como editora en jefe- todavía llora la comunidad de la moda- fue publicada en Dazed & Confused en 1994 y hoy es el estandarte y avatar de Heaven, lo nuevo de Marc Jacobs y su colaboradora, Ava Nirui. El oso de tela, tan carismático como diabólico, representa las formas mutantes e infinitas de amar. Así como para @avanope, también la dualidad entre lo clásico y lo demente, que definen a su mentor y ex director de Luis Vuitton.
“Hay un grupo de personas que son casi como mi familia elegida: Anna Sui, Steven Meisel, Louie Chaban. Siempre solíamos usar la palabra “heaven” para describir algo que amábamos o se veía increíble”, le contó ayer Marc a Dazed. El hombre echó mano al término para celebrar la cultura pop, la subversión, los sueños adolescentes, la psicodelia, las mil caras de Cindy Sherman y los bichos raros que alimentan su marca homónima desde hace 30 años.
A través de ese lenguaje, el diseñador le rinde tributo a la polisexualidad, que, ya que implica la atracción romántica hacia más de un género, podemos verlo como una excusa para destilar amor libre y buenos looks. “Chicas que son chicos y chicos que son chicas, Heaven concentra el espíritu del bricolaje que conecta con subculturas de todo el mundo y las recontextualiza para una nueva generación”, resume en su Instagram @themarcjacobs, antes de abrir paso al lookbook firmado por Shoichi Aoki, el fotógrafo fundador de la icónica revista de street style nipón Fruits.
Remeras cortitas y al cuerpo, buzos con capucha, vestidos y faldas preppy a la rodilla, pantalones cargo y jeans tiro bajo con el ruedo arrastrando, chalecos tejidos y cardigans completan los percheros. Las margaritas de su perfume más famoso se transforman en un rapport irregular y también en una caricatura retorcida, que acompaña la estética general graffitera, influenciada por el cine queer del norteamericano Gregg Araki. Incorpora estampas psicodélicas, mesh, tartanes punk y tanto crochet como zapatos con plataforma (esos que Marc luce como nadie en su feed).
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Peluches, alfombras y almohadones bien fluffy se suman a obras como “Las Vírgenes Suicidas” de Sofía Coppola y “Lolita” de Vladimir Nabokov, en carácter de merchandising y completando el rompecabezas. Mientras que la participación de la modelo trans Dominique Castelano reafirma la bandera de la diversidad que está implícita desde el principio.
El anuncio se hizo a cuatro días de NYFW, que no contará con la tradicional presencia de Marc Jacobs y tendrá un formato phygital, manteniendo los cuidados preventivos por la Covid-19 que la situación mundial aún pide y amerita.
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