Por Catalina Greloni
Son 25 años de trazos negros sobre hojas en blanco y siluetas esbeltas que cobran vida bajo la mano –y mente– del diseñador de Navarro, Pablo Ramírez. Larga vida al diseñador que se apropió de un color para darle luz a la morfología y la sensibilidad.
«Mi trabajo se centra en la silueta que es como una sombra, donde el negro subraya a la persona”, dice el diseñador Pablo Ramírez a modo de coda desde sus notas de prensa, y ya van 25 años celebrando y honrando las formas y trazos estilísticos que luego se traducen en íconos de la industria nacional, que aparecen año a año, interrumpidamente, sobre pasarelas, teatros, alfombras rojas e indefectiblemente se traducen como “Un Ramírez”.
A modo de cierre de Designers Week, y desde el Laboratorio de Artes Buenos Aires, en el barrio porteño de Chacarita, el diseñador de Navarro, pcia. de Buenos Aires, montó una pasarela alta y angostísima que invitaba a las y los modelos a ladearse de manera temeraria para evitar el roce, generando una tensión escenográfica. Tan Ramírez. En una colección inspirada en el archivo, Pablo se sumergió en un cabinet sensible aunque contemporáneo de figurines, esbozos y creaciones que ayer buscó resignificar.
Estructurada en tres tandas atravesadas por la materialidad y las colecciones, el desfile comenzó una hora después de lo esperado con una primera fila envidiable, de punta en negro, tan Ramírez, donde no faltaron ni celebrities como Graciela Borges, Carola Reyna, Flor de la V y Mariana Genesio, la prensa especializada completa, la de ayer y la de hoy, y amigas de la familia Ramírez como la mismísima Felisa Pinto, Victoria Lescano o Andrea Saltzman.
Tampoco faltó la primera camada de diseñadores de la UBA, los famosísimos diseñadores de autor y compañeros de clase de Pablo, que moldearon la identidad del diseño argentino. Se los podía ver sentados con el mismo entusiasmo del Pabellón III de la FADU de hace más de dos décadas, uno al lado del otro, a Camila Milessi y Emiliano Blanco, Cora Groppo, Vicky Salías, Cecilia Gadea y Nadine Zlotogora, entre otros.
Ramírez intentó condensar 25 años de trayectoria en 60 looks que incluyeron al denim, material con el que ganó su primer concurso de Alpargatas y que ayer eligió resignificar al jumper escolar de 1994 en tonos crudo, negro y azul, y en alianza con la empresa de jeanería brasileña, Vicunha.
Lejos del arquetipo y el cliché, también hubo flechazos directo al corazón, como cuando *me pongo de pie* Luciana Marinissen apareció enfundada en un traje de cuero de la colección Casta (Inv 2000), entre otros recuerdos de tela propios de la colección Carmen (Inv 2012), Bodas (Ver 2004) o Fatal (Inv 2004). Para cerrar, el diseñador confeso coleccionista de bandas de sonido, eligió la canción tirolesa «The Lonely Goatherd», de *The Sound of Music*, para cerrar con una novia bucólica de poplín de algodón y fascinator firmado por la milliner Florencia Tellado. Porque todas las mejores historias siempre tienen un final feliz. Tan Ramírez.
Ficha técnica
Ramírez: Pablo Ramírez y Gonzalo Barbadillo Producción: Marcela Rubini
Dirección Creativa: Romina Cardillo y Cristian Navar
Diseño sonoro: Ferdinando Ciraudo
Make up: Regina Kuligovsky
Hair: Niche
Medias: Mora
Calzado: Lore Pafundi y Lali Ramírez
Sombrero: Florencia Tellado
Guantes: Carpincho
Audiovisual:Danilo Herrero y Valen Herrero Apoya: Ministerio de Desarrollo Económico
Acompañan: Seguros Antártida, Sparkling Arg, Eamoda
Invita: HAIRSSIME
Produce y organiza: Guillermo Azar
Prensa: Grupo MASS
PH: Valu Marozzi