El último día de Lollapalooza Argentina 2025 fue una verdadera celebración de música en vivo. Desde el primer acorde de la jornada hasta el estruendoso final, el Hipódromo de San Isidro vibró con la energía de miles de personas que se entregaron por completo a cada artista que pasó por los escenarios.

Hubo de todo: desde el magnetismo pop-rock de Olivia Rodrigo hasta la intensidad de Nathy Peluso, pasando por el himno generacional de Tan Biónica y el carisma de Benson Boone.
Apertura con emoción y frescura
El día arrancó con los primeros rayos de sol filtrándose entre los árboles, cuando el público comenzó a ocupar cada rincón del predio sin importar el clima previsto para la jornada de cierre del festival que este año cumplió una década. Laura Ferreira presentó su proyecto solista Estratósfera. Sola en el escenario, con un tutú blanco que contrastaba con la crudeza de su música, envolvió al público en un trance hipnótico con su versión de Mañana en el Abasto de Sumo.

El relevo lo tomó Francisco Victoria, el artista chileno que viene conquistando a la escena indie con su pop melancólico. Sus canciones, teñidas de sintetizadores y letras introspectivas, ofrecieron un respiro antes de que Chita subiera al escenario con su impronta R&B y de neo soul. La cantante argentina desplegó un show sofisticado y con bailarinas, con un setlist que recorrió desde sus primeros éxitos hasta su lanzamiento más reciente, Atelier, capturando a una audiencia que crece minuto a minuto.
El festival siguió con la presentación de Arón Piper, el actor de Élite, quien interpretó temas como Nieve e Invisibilidad. Además, confirmó el lanzamiento oficial de su nueva canción Pirata Espacial y su próximo álbum. ¡No te pierdas nuestra entrevista exclusiva con el cantante español!
Ver esta publicación en Instagram
Girl in Red y la potencia de una generación
Cerca de las seis de la tarde, la marea de gente se acumuló en el Flow Stage para recibir a Girl in Red, quien debutó en Argentina con un show vibrante y cargado de emoción. La artista noruega, que comentó que los dos días previos estuvo enferma y volando de fiebre, se mostró encantada con la respuesta del público, que coreó cada verso de We Fell in Love in October como si se tratara de un himno personal.
Ver esta publicación en Instagram
“Argentina, ustedes son el mejor público de Sudamérica”, confesó en inglés, antes de lanzarse a la recta final de su set con Serotonin, desatando un pogo inesperado en el centro del campo.

Nathy Peluso: fuego en el escenario
Cuando el sol empezaba a despedirse, el Samsung Stage se transformó en un templo de energía y actitud con la llegada de Nathy Peluso. La artista apareció en escena envuelta en una campera de cuero con detalles de piel y una bandera que decía GRASA, el nombre de su último álbum.
Ver esta publicación en Instagram
Desde el primer beat de Corleone, el público fue suyo. Saltó, se agachó, jugó con los bailarines y se adueñó del escenario con la misma fuerza con la que entona sus versos. Hubo espacio para la salsa, el rap (“Business Woman”, “BZRP Session”), el soul de “Buenos Aires” y la bachata (“Ateo”), y en cada cambio de ritmo, la multitud respondió con una ovación.
Benson Boone y su amor por Argentina
Uno de los momentos más inesperados de la noche llegó con Benson Boone, quien no solo desplegó un show cargado de energía, sino que también se ganó al público argentino con detalles muy bien pensados. Vestido con un traje celeste con el Sol de Mayo bordado en la espalda sobre un traje celeste aterciopelado, el cantante nacido en Washington sorprendió a todos cuando comenzó a cantar “Olé, olé, olé, Argentina” junto a la multitud.

El furor llegó con Beautiful Things, el hit que lo catapultó a la fama, y el joven artista no dudó en lanzarse hacia el público, provocando una locura total. Para el cierre, en un gesto que emocionó a más de uno, se quitó la campera y la arrojó a la primera fila, generando una avalancha de fans que intentaron atraparla.
Ver esta publicación en Instagram
Tan Biónica: la nostalgia hecha fiesta
El reloj marcaba la cuenta regresiva para el final de la jornada cuando Tan Biónica tomó el escenario. Lo que pasó después fue una lección de cómo convertir un show en un momento eterno.
Ver esta publicación en Instagram
El reencuentro de la banda con su público fue un torbellino de emociones. Desde “Ella” hasta «La Melodía de Dios”, el setlist se convirtió en un viaje a través de la historia musical de toda una generación. La sorpresa de la noche fue la aparición de Nicki Nicole, quien se unió a Chano para interpretar Boquitas Pintadas, desatando el grito ensordecedor de la multitud.
Ver esta publicación en Instagram
El cierre fue digno de una despedida épica: una lluvia de confeti plateado cubrió el Hipódromo mientras sonaban los acordes de “Ciudad Mágica”, el himno que dejó a todos con una sonrisa en el rostro y lágrimas en los ojos.
Olivia Rodrigo: la estrella que cerró Lollapalooza a lo grande
Si bien el día ya había ofrecido múltiples performances elogiosas, aún faltaba la última gran protagonista de la noche. Cuando las luces del escenario principal se apagaron por completo, el Hipódromo se cubrió de un resplandor violeta. La multitud gritó con una intensidad que hizo vibrar el suelo. Y entonces, entre sombras y destellos de luces, Olivia Rodrigo apareció en escena.
Ver esta publicación en Instagram
Ataviada con un conjunto de cuero rojo y botas negras, arrancó su show con Obsessed, marcando un inicio arrollador. Desde el primer minuto, quedó claro que no sería un show más. Con un despliegue visual impactante y una banda que sonaba como una maquinaria perfectamente engrasada, la artista de 22 años dominó el escenario con una soltura impresionante.
El setlist fue un viaje emocional. La adrenalina de “bad idea right?”, la nostalgia de “vamoire”, la furia contenida en Brutal y la épica despedida con “good 4 u”. Uno de los momentos más memorables llegó cuando Olivia se elevó sobre una tarima iluminada, con el público entonando “deja vu” como si fuera un mantra.
Ver esta publicación en Instagram
Para el gran final, eligió “get him back!”, un himno de desamor con el que puso a saltar a todo el Hipódromo. Bajo una lluvia de luces violetas, arrojó los palillos de batería al público y se despidió con una sonrisa que parecía no poder ni querer borrarse.
Ver esta publicación en Instagram
El cierre de Lollapalooza Argentina 2025 no pudo haber sido mejor: un torbellino de emociones, un público entregado hasta el último acorde y una noche que quedará en la historia del festival.