En los últimos meses vimos a las marcas, diseñadores e influencers adueñarse del elemento más icónico de la vestimenta del vaquero. De la mano de la tan popular nostalgia por los 2000, el sombrero hace su comeback en el campo, la playa y la ciudad. ¿Nos subimos a esta tendencia?
De copa partida y ala curvilínea, históricamente los sombreros de cowboy han estado relacionados con la música de los géneros country y pop. Madonna ya demostró que es toda una cowgirl en los videos de “Don’t Tell Me” y “Crazy”. Más tarde llegaron Lady Gaga con su álbum Joanne y Dua Lipa arriba de un toro mecánico en el video de “Love Again”. Artistas como Post Malone, Lil Nas X (en Versace, obvio), Diplo y Orville Peck nunca llegan sin ellos a una alfombra roja.
“Habla de una estética fílmica planteada por los Estados Unidos. De hecho la forma en la que la gente se saca los sombreros desde la punta de la copa viene de las películas del Lejano Oeste , que es un grave error porque así se suelen arruinar. Es un sombrero muy divertido, te hace sentir empoderado por la mística que lleva alrededor de la gente que iba con charreteras y pistolas”, explica Sol Pardo, diseñadora argentina radicada en España y fundadora de Pardo Hats. Si bien Stetson fue el primero en fabricarlo allá por 1865, desde entonces, evolucionaron tanto la forma como los materiales que incluyen cuero, fieltro y paja entre los más comunes. “Los de piel de conejo son más finos y mejores para trabajar desde la parte técnica”, comenta Laura Noetinger, sombrerera formada en Londres. También los hay de inyección de plástico y, básicamente, lo que se les ocurra. “Uno de los primeros que hice fue rosa con acrílico de prótesis dental, porque mi madre es ortodoncista”, agrega Sol.
Y2K Gals
En la pasarela, el sombrero de cowboy formó parte de las propuestas de estética 2000 y muy sexies de Kim Shui, Ester Manas y KNWLS. Aparecieron con minivestidos con recortes, corsets y pantalones de tiro bajo, justo como lo llevan Devon Carlson y Valentina Zenere.
Classy & Fabulous
Los complementos más sofisticados para el cowboy hat se vieron en el show de invierno 2022 de Gucci, un homenaje al cine clásico de Hollywood del Far West, que sumó maxigafas, sastrería, vestidos de satén, encaje e ítems deportivos. Ralph Lauren los mostró con esmoquin y The Attico, con vestidos de fiesta cortísimos y brillantes.
Cabalgando al 2023
Las recientes semanas de la moda masculina dejaron mucha más inspiración western gracias a MSGM, Thebe Magugu y Casablanca, que rindió tributo a México desplegando sombreros de paja de alas exageradas, minifaldas con tops de lentejuelas y jardineros de jean con apliques de flores (Harry Styles, deberías considerarlo). Aunque no era necesario encerrar caballos en un corral en medio de la pasarela, ¿o sí? Para Thom Browne se trató de suspensores, chaparreras, crop tops y sombreros, todo en un único material: el tweed.
Buscar, probar y probar
“El sombrero es un accesorio de lujo para gente con personalidad. Pero una vez que una clienta se engancha a usarlo, no puede parar y siempre quiere más”, comenta Flor Tellado, milliner y vestuarista en publicidad. Elegida por personalidades como Natalia Oreiro y hasta Marilyn Manson, no fabrica los de cowboy porque “No es un estilo que represente a mi marca, y si me hacen encargos con una referencia limitan mi creatividad”, explica.
Laura, que tiene entre sus clientas a la Reina Máxima de Holanda, cree que a las argentinas les cuesta un montón usar sombreros: “Me dicen ‘Yo no tengo cara para esto’. Es mentira, tenés que buscar el que te va bien a vos. Es muy mágico porque te mete en un personaje y tiene muchas funciones, sirve para protegerte del sol, abrigarte y esconderte. Cada diseñadora tiene un estilo, yo hago sombreros europeos, pero si una cliente me pide uno de cowboy se lo hago”, cuenta desde su atelier en Palermo. Chequeá estas marcas y diseñadores recomendados:
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